El Profesor Mayor Zaragoza nació en Barcelona, en 1934. Doctor en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid (1958), en 1963 fue Catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y en 1968 llegó a ser Rector de esta institución, cargo que desempeñó hasta 1972. Al año siguiente fue nombrado catedrático de su especialidad en la Universidad Autónoma de Madrid. Cofundador en 1974 del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, de la Universidad Autónoma de Madrid y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Entre otras responsabilidades políticas, el Profesor Mayor ha desempeñado los cargos de Subsecretario de Educación y Ciencia del Gobierno español (1974-75), Diputado al Parlamento Español (1977-78), Consejero del Presidente del Gobierno (1977-78), Ministro de Educación y Ciencia (1981-82) y Diputado al Parlamento Europeo (1987). En 1978 pasó a ocupar el cargo de Director General Adjunto de la UNESCO y, en 1987, fue elegido Director General de dicha Organización, siendo reelegido en 1993 para un segundo mandato. En 1999, decide no presentarse a un tercer mandato y, a su regreso a España, crea la Fundación para una Cultura de Paz, de la que es Presidente.
El 22 de enero próximo será investido Doctor Honoris Causa por la UNED.
· En su obra “Un mundo Nuevo”, editada por la UNESCO en 2000, afirmaba que “El desmantelamiento de los obstáculos materiales del saber deberá traducirse también en una reducción de todas las distancias…La apuesta es convertir la educación a distancia en el instrumento de una educación sin distancias, democrática y adaptada a cada uno, que se impartirá en todas partes y para todos”. El próximo día 22 de Enero tendrá lugar la ceremonia de su investidura como Doctor Honoris Causa por la UNED, la Universidad a Distancia de España. María Novo, Cátedra UNESCO, le apadrinará. Entre los numerosos galardones, responsabilidades y títulos que jalonan su dilatada vida profesional y de servidor público, ¿este nuevo reconocimiento tiene alguna especial significación para Vd.?
R: Sí: representa la generalización de la educación a la que me refería en la cita que ud. acaba de hacer. La solución a los grandes desafíos de nuestro tiempo, especialmente relevantes por su ámbito global, es la educación. Educación para todos a lo largo de toda la vida. Educación para disponer, en todas partes, de personas “libres y responsables”, capaces de actuar según sus propias reflexiones, con un comportamiento que no obedezca dictado alguno. Ciudadanía mundial, con conciencia y conocimiento de la realidad que debe transformarse. De lo que debe cambiarse, de lo que debe conservarse. Educación para participar en la construcción y consolidación de democracias genuinas. Más democracia, mejor democracia a escala global y local: he aquí el secreto de este otro mundo posible que anhelamos.
· “Para pasar de una época de cambios a un cambio de época es imprescindible que se produzca la reacción de la sociedad”. Así de contundente se expresaba a finales del pasado año en una de sus muchas colaboraciones en los medios de comunicación. Pero, ¿cómo puede concretarse esa acción ciudadana en la práctica y con que efectividad real? ¿La “conciencia global” es un sentimiento universal, o algo que se circunscribe a determinados sectores en los llamados países del primer mundo?
R: No, porque es en el “primero mundo” donde el inmenso poder mediático –que sólo seguirá siendo poderoso si anula o reduce la capacidad de reacción de la sociedad civil- mantiene a la mayoría de los ciudadanos como espectadores impasibles, adormecidos, atemorizados. Súbditos, sometidos, obedientes. Con grandes espectáculos, con manifestaciones deportivas en las que entronizan y deifican a los ídolos populares a los que se les consiente todo, empezando por unas retribuciones desmesuradas; patrocinios de grandes sumas a escuderías… Lo único que importa es mantener “entretenidos” a los ciudadanos, uniformizados, gregarizados. Tanto, que sólo despiertan cuando se conmueven por tsunamis o catástrofes como la que ahora asola Haití… . Pero no son “conscientes”, no son capaces de ver más allá de los focos que presentan las noticias que, como es lógico, sólo refieren lo insólito, lo atípico. “El Roto”, en una de sus fantásticas y terribles viñetas, nos decía que “sin terremoto somos invisibles” refiriéndose al sufrido pueblo haitiano. “Sólo si somos capaces de ver los invisibles, dijo el Premio Nobel de la Paz 1985 Dr. Bernard Lawn, seremos capaces de hacer los imposibles”. Seamos permanentemente conscientes de la realidad para actuar en consecuencia sin esperar que nos conmuevan de forma esporádica, situaciones inhumanas que deben ser corregidas de una vez por todas. Y, en primer lugar, la vergüenza colectiva del hambre que mata todos los días, en un genocidio silencioso, de desamor y de olvido, a más de 60 mil seres humanos, hermanos nuestros.
· Desde su etapa de la UNESCO, primero, como Presidente de su Fundación para una Cultura de la Paz, en la actualidad, y antes en sus responsabilidades de Co-Presidente del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones, designado por el Secretario General de las Naciones Unidas, ha venido abogando por la no-violencia, por la inversión en cultura y en una economía de desarrollo global frente a la economía de guerra, denunciando la fórmula plutocrática del G-8, … las simpatías que despiertan estas propuestas en amplios sectores de la opinión pública, al menos en occidente, en ocasiones van parejas a las denuncias de un cierto “buenismo” en la filosofía que las inspira. ¿Le parecen fundadas esas críticas?
R: Los pocos que han ocupado el poder secularmente nunca han visto con buenos ojos que alguien de los muchos intente subir al escenario. Un escenario masculino, por cierto, en el que la aparición de la mujer ha sido fugaz y, en general, anecdótica. Han aplicado –en beneficio de los productores de armamento- el perverso refrán que dice “Si quieres la paz, prepara la guerra”. Y, así, la paz ha sido, en toda la historia, una pausa entre confrontaciones. A los que piensan que el poder –como establece el artículo 23/1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos- emana del pueblo; a los que saben que sólo los ciudadanos educados dejan de ser silenciosos y sumisos; a los que exigen cooperación en lugar de explotación; a los que piden que la igual dignidad de todos los seres humanos se sitúe en el centro de la acción política; a los insisten en que deben reducirse los gastos en armamento y evitar asimetrías y desgarros sociales que constituyen un caldo de cultivo para la radicalización y la violencia; a todos los que creen que buena parte de estos gastos deberían hoy invertirse en energías renovables; en la producción de agua y alimentos; en servicios sanitarios para todos; viviendas ecológicas; en transporte eléctrico; en la protección del medio ambiente…, en suma, en un gran esfuerzo a escala mundial de desarrollo sostenible; a los que procuran incansablemente que las Naciones Unidas se doten de los recursos personales, técnicos y financieros necesarios… los oligarcas, los plutócratas, intentan desacreditarlos. En las décadas de los 80y los 90, grandes firmas petrolíferas, encabezadas por la Exxon Mobile, pagaron fuertísimas sumas para que seudocientíficos pusieran en duda la realidad del cambio climático… . Y los científicos, callados. Y la comunidad académica, callada. Pero el tiempo del silencio ha concluido. Hoy los ciudadanos disponen, por primera vez en la historia, de una tecnología de la comunicación que les permite la participación no presencial (SMS, Internet). Tengo la seguridad de que serán las instituciones universitarias las que, conscientes de su responsabilidad, liderarán el movimiento ciudadano que puede conducir a una nueva época.
· En todo caso, las principales aportaciones a los fondos de desarrollo regional para el llamado tercer mundo provienen de los mismo Estados que conforman los grupos como el denominado G-8, que por otra parte -y con la excepción de China-- son quienes mayores recursos destinan a armamento. El término Alianza de Civilizaciones deriva del concepto Diálogo de Civilizaciones auspiciado por el presidente Hatamí de Irán, al tiempo que su país se afanaba en enriquecer uranio para usos inciertos. ¿Es legítimo que aquellos que no se instalan en el maniqueísmo sean testigos desconfiados y mudos de un gran desconcierto?
R: “Gran desconcierto” , … , sí. Empezando por China, un país de 1. 300 millones de habitantes, donde sigue prevaleciendo todo el rigor de un sistema comunista y autoritario, que se ha convertido, por la “codicia e irresponsabilidad” de los globalizadores, en el gran país capitalista, que no sólo está “adquiriendo” grandes porcentajes de influencia económica en África y en América Latina, sino en los propios Estados Unidos. La deslocalización productiva, con el fin de obtener mayores beneficios, sin reparar en la violación de derechos humanos, sin tener en cuenta las condiciones laborales, ha conducido a grandes incoherencias, a este gran “desconcierto” al que ud. aludía. Hoy, después de los Estados Unidos, son los que mayor cantidad de armas producen, los que invierten más en gastos militares. Y reciben de todo el mundo a los Jefes de estado, acompañados de empresarios (¿cuándo lo harán también de científicos y creadores?), y todos se empeñan en mirar hacia otra parte. Todo vale en la “economía de mercado”. Esta ha sido la gran responsable de la situación actual. Se ha cambiado los valores éticos por las normas mercantiles. Irán, al que ud. cita, tiene derecho a disponer y usar el poder nuclear para la producción de energía, no para disponer de ojivas nucleares que, por cierto, se han “concedido” arbitrariamente, discrecionalmente, a Pakistán. Los países que han debilitado a las Naciones Unidas, que han invadido Kosovo e Irak,… no son los que ahora deben discernir cuestiones como las que ud. plantea. Hoy necesitamos, con mayor urgencia que nunca en el pasado, un sistema multilateral fuerte, eficaz, en el que las instituciones de Breton Woods cumplan sus objetivos fundacionales y el Sistema incluya a la Organización Mundial del Comercio que, al principio de la década de los noventa, fue directamente situada fuera del ámbito de las Naciones Unidas.
· Vd. ha proclamado en numerosas ocasiones las bondades de herramientas como Internet, o la telefonía móvil (SMS), junto con otras nuevas tecnologías, como recursos ciudadanos frente a la resignación y los abusos de poder. El desarrollo de estas tecnologías ha sido parejo, como Vd. no desconoce, con la explotación en el Congo del coltán, en territorio Kivu, mineral básico para la manufactura de componentes informáticos y teléfonos móviles… ¿Estamos irremediablemente condenados a vivir en un mundo permanentemente contradictorio?
R: No, si la sociedad civil deja de ser testigo y pasa a ser protagonista. El poder ciudadano es tan enorme… como desusado. Hoy podemos participar. Sabemos. Y, si callamos, nos convertimos en cómplices. Bastaría con que, por ejemplo, advirtiésemos que no adquiriríamos más periódicos que publican en sus páginas centrales anuncios de prostitución, gravemente lesivos para la imagen de la mujer y para la formación de jóvenes y adolescentes. O que publicáramos que dejaríamos de adquirir los productos que se anuncian de una forma tan vergonzosa e inmoral…
· Recientemente denunciaba la cesión del liderazgo del establecimiento de un nuevo sistema económico mundial por parte de Europa. ¿En su opinión, que factores son los que determinan que Europa carezca de liderazgo en la sociedad global? ¿Son compatibles los conceptos de liderazgo y multilateralismo?
R: Europa siempre ha mirado –hasta el límite de “tortícolis crónica”- lo que hacían y ordenaban los Estados Unidos. Hoy mismo seguimos sin un sistema de defensa y seguridad propios. La Alianza del Atlántico Norte estaba muy bien frente al Pacto de Varsovia… pero ahora es anacrónica y reduccionista. La Unión Europea ofreció a Bush, cuando ya estaba elegido el Presidente Obama, el mes de noviembre de 2008, que dirigiera la adopción de medidas inmediatas frente a la crisis financiera. Se produjo el “rescate” de las mismas instituciones que, en buena medida, habían conducido a la situación de crisis múltiples que hoy enfrentamos. La Unión Europea debe ser pilar y referencia de democracias auténticas, de valores éticos, de multilaterlateralismo, de desarrollo global sostenible. Sólo así, podrá tener la influencia que, especialmente ahora, aprovechando la presencia del Presidente Obama al frente de Norte América, podría significar una inflexión auténticamente histórica.
· En su blog, La Fuerza de la Palabra, (http://federicomayor.blogspot.com/) y como consecuencia de la reciente catástrofe en Haití, reflexionaba en un post sobre lo que denomina el gran desafío: pasar de la explotación a la cooperación, de una economía de especulación y guerra a una economía de desarrollo global sostenible. ¿Sigue pensando, como el gallego Cunqueiro, que “El ave canta aunque la rama cruja porque conoce la fuerza de sus alas”? ¿En donde reside nuestra fuerza?
R: En el conocimiento. Esta es la gran fuerza de las instituciones académicas y científicas. Cerca –nunca sometidos- de los gobiernos, de los parlamentos, de los consejos municipales. La complejidad de los temas actuales requiere un enfoque interdisciplinar. Debemos ser conscientes de la “fuerza de nuestras alas” y, de este modo, la Educación Superior pasaría a representar el gran papel que en estos momentos –porque la crisis puede ser la gran oportunidad de cambio- tiene la posibilidad y responsabilidad de llevar a cabo.
Enlaces.-
http://www.fund-culturadepaz.org/
http://federicomayor.blogspot.com/
http://www.youtube.com/watch?v=oYNvJQsEqG4
El 22 de enero próximo será investido Doctor Honoris Causa por la UNED.
· En su obra “Un mundo Nuevo”, editada por la UNESCO en 2000, afirmaba que “El desmantelamiento de los obstáculos materiales del saber deberá traducirse también en una reducción de todas las distancias…La apuesta es convertir la educación a distancia en el instrumento de una educación sin distancias, democrática y adaptada a cada uno, que se impartirá en todas partes y para todos”. El próximo día 22 de Enero tendrá lugar la ceremonia de su investidura como Doctor Honoris Causa por la UNED, la Universidad a Distancia de España. María Novo, Cátedra UNESCO, le apadrinará. Entre los numerosos galardones, responsabilidades y títulos que jalonan su dilatada vida profesional y de servidor público, ¿este nuevo reconocimiento tiene alguna especial significación para Vd.?
R: Sí: representa la generalización de la educación a la que me refería en la cita que ud. acaba de hacer. La solución a los grandes desafíos de nuestro tiempo, especialmente relevantes por su ámbito global, es la educación. Educación para todos a lo largo de toda la vida. Educación para disponer, en todas partes, de personas “libres y responsables”, capaces de actuar según sus propias reflexiones, con un comportamiento que no obedezca dictado alguno. Ciudadanía mundial, con conciencia y conocimiento de la realidad que debe transformarse. De lo que debe cambiarse, de lo que debe conservarse. Educación para participar en la construcción y consolidación de democracias genuinas. Más democracia, mejor democracia a escala global y local: he aquí el secreto de este otro mundo posible que anhelamos.
· “Para pasar de una época de cambios a un cambio de época es imprescindible que se produzca la reacción de la sociedad”. Así de contundente se expresaba a finales del pasado año en una de sus muchas colaboraciones en los medios de comunicación. Pero, ¿cómo puede concretarse esa acción ciudadana en la práctica y con que efectividad real? ¿La “conciencia global” es un sentimiento universal, o algo que se circunscribe a determinados sectores en los llamados países del primer mundo?
R: No, porque es en el “primero mundo” donde el inmenso poder mediático –que sólo seguirá siendo poderoso si anula o reduce la capacidad de reacción de la sociedad civil- mantiene a la mayoría de los ciudadanos como espectadores impasibles, adormecidos, atemorizados. Súbditos, sometidos, obedientes. Con grandes espectáculos, con manifestaciones deportivas en las que entronizan y deifican a los ídolos populares a los que se les consiente todo, empezando por unas retribuciones desmesuradas; patrocinios de grandes sumas a escuderías… Lo único que importa es mantener “entretenidos” a los ciudadanos, uniformizados, gregarizados. Tanto, que sólo despiertan cuando se conmueven por tsunamis o catástrofes como la que ahora asola Haití… . Pero no son “conscientes”, no son capaces de ver más allá de los focos que presentan las noticias que, como es lógico, sólo refieren lo insólito, lo atípico. “El Roto”, en una de sus fantásticas y terribles viñetas, nos decía que “sin terremoto somos invisibles” refiriéndose al sufrido pueblo haitiano. “Sólo si somos capaces de ver los invisibles, dijo el Premio Nobel de la Paz 1985 Dr. Bernard Lawn, seremos capaces de hacer los imposibles”. Seamos permanentemente conscientes de la realidad para actuar en consecuencia sin esperar que nos conmuevan de forma esporádica, situaciones inhumanas que deben ser corregidas de una vez por todas. Y, en primer lugar, la vergüenza colectiva del hambre que mata todos los días, en un genocidio silencioso, de desamor y de olvido, a más de 60 mil seres humanos, hermanos nuestros.
· Desde su etapa de la UNESCO, primero, como Presidente de su Fundación para una Cultura de la Paz, en la actualidad, y antes en sus responsabilidades de Co-Presidente del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones, designado por el Secretario General de las Naciones Unidas, ha venido abogando por la no-violencia, por la inversión en cultura y en una economía de desarrollo global frente a la economía de guerra, denunciando la fórmula plutocrática del G-8, … las simpatías que despiertan estas propuestas en amplios sectores de la opinión pública, al menos en occidente, en ocasiones van parejas a las denuncias de un cierto “buenismo” en la filosofía que las inspira. ¿Le parecen fundadas esas críticas?
R: Los pocos que han ocupado el poder secularmente nunca han visto con buenos ojos que alguien de los muchos intente subir al escenario. Un escenario masculino, por cierto, en el que la aparición de la mujer ha sido fugaz y, en general, anecdótica. Han aplicado –en beneficio de los productores de armamento- el perverso refrán que dice “Si quieres la paz, prepara la guerra”. Y, así, la paz ha sido, en toda la historia, una pausa entre confrontaciones. A los que piensan que el poder –como establece el artículo 23/1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos- emana del pueblo; a los que saben que sólo los ciudadanos educados dejan de ser silenciosos y sumisos; a los que exigen cooperación en lugar de explotación; a los que piden que la igual dignidad de todos los seres humanos se sitúe en el centro de la acción política; a los insisten en que deben reducirse los gastos en armamento y evitar asimetrías y desgarros sociales que constituyen un caldo de cultivo para la radicalización y la violencia; a todos los que creen que buena parte de estos gastos deberían hoy invertirse en energías renovables; en la producción de agua y alimentos; en servicios sanitarios para todos; viviendas ecológicas; en transporte eléctrico; en la protección del medio ambiente…, en suma, en un gran esfuerzo a escala mundial de desarrollo sostenible; a los que procuran incansablemente que las Naciones Unidas se doten de los recursos personales, técnicos y financieros necesarios… los oligarcas, los plutócratas, intentan desacreditarlos. En las décadas de los 80y los 90, grandes firmas petrolíferas, encabezadas por la Exxon Mobile, pagaron fuertísimas sumas para que seudocientíficos pusieran en duda la realidad del cambio climático… . Y los científicos, callados. Y la comunidad académica, callada. Pero el tiempo del silencio ha concluido. Hoy los ciudadanos disponen, por primera vez en la historia, de una tecnología de la comunicación que les permite la participación no presencial (SMS, Internet). Tengo la seguridad de que serán las instituciones universitarias las que, conscientes de su responsabilidad, liderarán el movimiento ciudadano que puede conducir a una nueva época.
· En todo caso, las principales aportaciones a los fondos de desarrollo regional para el llamado tercer mundo provienen de los mismo Estados que conforman los grupos como el denominado G-8, que por otra parte -y con la excepción de China-- son quienes mayores recursos destinan a armamento. El término Alianza de Civilizaciones deriva del concepto Diálogo de Civilizaciones auspiciado por el presidente Hatamí de Irán, al tiempo que su país se afanaba en enriquecer uranio para usos inciertos. ¿Es legítimo que aquellos que no se instalan en el maniqueísmo sean testigos desconfiados y mudos de un gran desconcierto?
R: “Gran desconcierto” , … , sí. Empezando por China, un país de 1. 300 millones de habitantes, donde sigue prevaleciendo todo el rigor de un sistema comunista y autoritario, que se ha convertido, por la “codicia e irresponsabilidad” de los globalizadores, en el gran país capitalista, que no sólo está “adquiriendo” grandes porcentajes de influencia económica en África y en América Latina, sino en los propios Estados Unidos. La deslocalización productiva, con el fin de obtener mayores beneficios, sin reparar en la violación de derechos humanos, sin tener en cuenta las condiciones laborales, ha conducido a grandes incoherencias, a este gran “desconcierto” al que ud. aludía. Hoy, después de los Estados Unidos, son los que mayor cantidad de armas producen, los que invierten más en gastos militares. Y reciben de todo el mundo a los Jefes de estado, acompañados de empresarios (¿cuándo lo harán también de científicos y creadores?), y todos se empeñan en mirar hacia otra parte. Todo vale en la “economía de mercado”. Esta ha sido la gran responsable de la situación actual. Se ha cambiado los valores éticos por las normas mercantiles. Irán, al que ud. cita, tiene derecho a disponer y usar el poder nuclear para la producción de energía, no para disponer de ojivas nucleares que, por cierto, se han “concedido” arbitrariamente, discrecionalmente, a Pakistán. Los países que han debilitado a las Naciones Unidas, que han invadido Kosovo e Irak,… no son los que ahora deben discernir cuestiones como las que ud. plantea. Hoy necesitamos, con mayor urgencia que nunca en el pasado, un sistema multilateral fuerte, eficaz, en el que las instituciones de Breton Woods cumplan sus objetivos fundacionales y el Sistema incluya a la Organización Mundial del Comercio que, al principio de la década de los noventa, fue directamente situada fuera del ámbito de las Naciones Unidas.
· Vd. ha proclamado en numerosas ocasiones las bondades de herramientas como Internet, o la telefonía móvil (SMS), junto con otras nuevas tecnologías, como recursos ciudadanos frente a la resignación y los abusos de poder. El desarrollo de estas tecnologías ha sido parejo, como Vd. no desconoce, con la explotación en el Congo del coltán, en territorio Kivu, mineral básico para la manufactura de componentes informáticos y teléfonos móviles… ¿Estamos irremediablemente condenados a vivir en un mundo permanentemente contradictorio?
R: No, si la sociedad civil deja de ser testigo y pasa a ser protagonista. El poder ciudadano es tan enorme… como desusado. Hoy podemos participar. Sabemos. Y, si callamos, nos convertimos en cómplices. Bastaría con que, por ejemplo, advirtiésemos que no adquiriríamos más periódicos que publican en sus páginas centrales anuncios de prostitución, gravemente lesivos para la imagen de la mujer y para la formación de jóvenes y adolescentes. O que publicáramos que dejaríamos de adquirir los productos que se anuncian de una forma tan vergonzosa e inmoral…
· Recientemente denunciaba la cesión del liderazgo del establecimiento de un nuevo sistema económico mundial por parte de Europa. ¿En su opinión, que factores son los que determinan que Europa carezca de liderazgo en la sociedad global? ¿Son compatibles los conceptos de liderazgo y multilateralismo?
R: Europa siempre ha mirado –hasta el límite de “tortícolis crónica”- lo que hacían y ordenaban los Estados Unidos. Hoy mismo seguimos sin un sistema de defensa y seguridad propios. La Alianza del Atlántico Norte estaba muy bien frente al Pacto de Varsovia… pero ahora es anacrónica y reduccionista. La Unión Europea ofreció a Bush, cuando ya estaba elegido el Presidente Obama, el mes de noviembre de 2008, que dirigiera la adopción de medidas inmediatas frente a la crisis financiera. Se produjo el “rescate” de las mismas instituciones que, en buena medida, habían conducido a la situación de crisis múltiples que hoy enfrentamos. La Unión Europea debe ser pilar y referencia de democracias auténticas, de valores éticos, de multilaterlateralismo, de desarrollo global sostenible. Sólo así, podrá tener la influencia que, especialmente ahora, aprovechando la presencia del Presidente Obama al frente de Norte América, podría significar una inflexión auténticamente histórica.
· En su blog, La Fuerza de la Palabra, (http://federicomayor.blogspot.com/) y como consecuencia de la reciente catástrofe en Haití, reflexionaba en un post sobre lo que denomina el gran desafío: pasar de la explotación a la cooperación, de una economía de especulación y guerra a una economía de desarrollo global sostenible. ¿Sigue pensando, como el gallego Cunqueiro, que “El ave canta aunque la rama cruja porque conoce la fuerza de sus alas”? ¿En donde reside nuestra fuerza?
R: En el conocimiento. Esta es la gran fuerza de las instituciones académicas y científicas. Cerca –nunca sometidos- de los gobiernos, de los parlamentos, de los consejos municipales. La complejidad de los temas actuales requiere un enfoque interdisciplinar. Debemos ser conscientes de la “fuerza de nuestras alas” y, de este modo, la Educación Superior pasaría a representar el gran papel que en estos momentos –porque la crisis puede ser la gran oportunidad de cambio- tiene la posibilidad y responsabilidad de llevar a cabo.
Enlaces.-
http://www.fund-culturadepaz.org/
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http://www.youtube.com/watch?v=oYNvJQsEqG4