Controlar las emociones a través del pensamiento es lo que nos propone Mario Pena, profesor de la UNED y secretario del curso Orientación en competencias socio–emocionales que se imparte estos días en la sede de Viveiro.
“El pensamiento", afirma, "puede controlar las emociones. Debemos no sólo controlar las emociones negativas, sino también potenciar las positivas. Así se cerrará adecuadamente el círculo”.
“El pensamiento", afirma, "puede controlar las emociones. Debemos no sólo controlar las emociones negativas, sino también potenciar las positivas. Así se cerrará adecuadamente el círculo”.
Para este pedagogo, los resortes que controlan y modifican nuestras sensaciones existen. “Cuando una persona experimenta una sensación ante un acontecimiento, piensa que esa misma sensación la siente todo el mundo igual, que es universal, y nada más alejado de la realidad. Modificando este pensamiento con ayuda especializada, utilizando el resorte adecuado y provocando un enfoque distinto del problema, abrimos una nueva perspectiva y llegamos a la autorregulación”. Evitar depresiones en el alumnado, prevenir situaciones de conflicto y regularle emocionalmente. Éste es el reto.
“Las emociones, según el experto, no vienen determinadas por el acontecimiento desencadenante, sino por el sistema de creencias. Hay que establecer que el alumno debe tener estrategias a través de redes de apoyo social para poder llegar a demostrarle que se puede reaccionar de muchas maneras ante un mismo hecho”. Todo puede ser modificable, sí, pero algunos de los alumnos, que abarrotan este aula, manifiestan sus dudas. No todo les parece tan fácilmente reconductible. La respuesta llega rápida por parte del pedagogo Mario Pena “lo importante no es acertar, sino aprender a ser”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario