El fenómeno “ bullying", o acoso escolar, es en lo que se centra el trabajo de investigación que ha publicado Emilio Tresgallo, alumno de Doctorado de la UNED y que ha cursado la carrera de Ciencias de la Educación en la Sede de A Coruña.
Ejerciente del magisterio desde hace 20 años, Pedagogo. Conferenciante. Formador de profesores, padres y alumnos, no solo analiza en esta investigación el fenómeno “niños, contra niños”, sino que plantea unas sugerencias y unas propuestas.
Para Tresgallo, la situación actual son solo “los entremeses". Augura momentos duros para el profesorado, alumnos y padres; por eso es fundamental, intervenir y concienciar.
El niño agresor, afirma el investigador, consigue todo lo que quiere por la fuerza y este niño de ahora que practica el bullying para dominar, puede ser perfectamente, en un futuro un maltratador. Hay que poner normas, enseñarle los límites y el respeto al entorno.
Aunque las estadísticas indican que en Galicia, es en la Comunidad que en comparación con el resto de España hay menos caso de acoso escolar, están surgiendo datos alarmantes. ¿Causas? Es fundamental analizar el tiempo que el niño “bully” pasa con su familia. Si son niños más o menos agresivos. Si son niños “agenda” que tienen todo el día programado y estructurado con actividades y más actividades…. Si son niños “llave” que llegan a casa y están solos.
El educador, da un toque de atención a la era de la imagen. “Los padres, deben controlar la pequeña pantalla, porque según las últimas investigaciones, se calcula que el 30% de los niños en edades comprendidas entre los doce y los catorce años ven la televisión más de treinta horas semanales y presencian en seis años, unos 6.000 asesinatos. Y, en la casi totalidad de las escenas, la peor parte se le asigna a la victima, ya que en dichas secuencias, la violencia se banaliza y se dulcifica, obteniendo un mensaje resultante: el dolor de la víctima, no importa."
Tan habituados están los niños a convivir con la violencia, afirma el investigador, que en Suecia, por ejemplo, el 43% de los niños creen que la inmensa mayoría de los adultos, mueren de un disparo.
Emilio Tresgallo, a lo largo del Curso 2005 – 2006, no solo hizo una exhaustiva investigación sobre el fenómeno bullying, sino que, dio un paso más. El plantea una serie de sugerencias y propuestas “hay que prestar mayor a tención a la formación del profesorado y hay que destinar mayor dotación económica, para invertir en cursillos, conferencias y charlas de concienciación. Se necesitan expertos en la materia, las buenas voluntades son imprescindibles, pero frente a temas de este calado cuanto más cualificado se esté más eficaz será la actuación”.
La gran pregunta consiste en saber quien es el responsable de la virulencia y proliferación de este fenómeno.
Para el profesor Tresgallo, aunque España, comparativamente con países como Inglaterra o EEUU, tiene todavía un nivel de acoso de baja intensidad, "el fenómeno traerá bastantes problemas a los padres, a los propios alumnos y a los profesores, porque va a dificultar mucho la convivencia y en este problema, todos tenemos nuestra parte de responsabilidad, la sociedad, los padres, la televisión y por supuesto, también los centros educativos. Cada vez son más urgentes y necesarias acciones de intervención que ayuden a los profesores a hacer frente a un problema ante el que se encuentran totalmente desprotegidos”.
Si hay culpables, con toda seguridad habrá causas.
“Hay muchas, afirma el investigador, pero hay una relación muy directa entre la forma que se ha educado a un niño en los primeros años de su vida y el futuro acosador. Si un niño ha recibido pocos afectos, este hecho será trascendental para conformar su personalidad. El tiempo que los niños pasan con sus familias o los contenidos violentos que ven a través de la televisión a lo largo de la semana, son cruciales. Se calcula que ven unas treinta horas de televisión y que a lo largo de 5 o 6 años ven un contenido violento de unas seis mil imágenes, esto indudablemente influye en la agresividad de un niño".
Pero acoso escolar no es todo; no es una riña, un pelotazo, una patada….Emilio Tresgallo, padre y profesor puntualiza.
“La violencia escolar es algo muy serio, para que se considere acoso escolar hay que considerar varios aspectos; que no haya igualdad de fuerzas, el verdugo se siente superior a la víctima. El acto de acoso, no se produce de forma esporádica, sino que se prolonga durante meses e incluso años……. Y puede terminar, como ya está comprobado, en la muerte o destrucción psicológica del niño acosado".
Ejerciente del magisterio desde hace 20 años, Pedagogo. Conferenciante. Formador de profesores, padres y alumnos, no solo analiza en esta investigación el fenómeno “niños, contra niños”, sino que plantea unas sugerencias y unas propuestas.
Para Tresgallo, la situación actual son solo “los entremeses". Augura momentos duros para el profesorado, alumnos y padres; por eso es fundamental, intervenir y concienciar.
El niño agresor, afirma el investigador, consigue todo lo que quiere por la fuerza y este niño de ahora que practica el bullying para dominar, puede ser perfectamente, en un futuro un maltratador. Hay que poner normas, enseñarle los límites y el respeto al entorno.
Aunque las estadísticas indican que en Galicia, es en la Comunidad que en comparación con el resto de España hay menos caso de acoso escolar, están surgiendo datos alarmantes. ¿Causas? Es fundamental analizar el tiempo que el niño “bully” pasa con su familia. Si son niños más o menos agresivos. Si son niños “agenda” que tienen todo el día programado y estructurado con actividades y más actividades…. Si son niños “llave” que llegan a casa y están solos.
El educador, da un toque de atención a la era de la imagen. “Los padres, deben controlar la pequeña pantalla, porque según las últimas investigaciones, se calcula que el 30% de los niños en edades comprendidas entre los doce y los catorce años ven la televisión más de treinta horas semanales y presencian en seis años, unos 6.000 asesinatos. Y, en la casi totalidad de las escenas, la peor parte se le asigna a la victima, ya que en dichas secuencias, la violencia se banaliza y se dulcifica, obteniendo un mensaje resultante: el dolor de la víctima, no importa."
Tan habituados están los niños a convivir con la violencia, afirma el investigador, que en Suecia, por ejemplo, el 43% de los niños creen que la inmensa mayoría de los adultos, mueren de un disparo.
Emilio Tresgallo, a lo largo del Curso 2005 – 2006, no solo hizo una exhaustiva investigación sobre el fenómeno bullying, sino que, dio un paso más. El plantea una serie de sugerencias y propuestas “hay que prestar mayor a tención a la formación del profesorado y hay que destinar mayor dotación económica, para invertir en cursillos, conferencias y charlas de concienciación. Se necesitan expertos en la materia, las buenas voluntades son imprescindibles, pero frente a temas de este calado cuanto más cualificado se esté más eficaz será la actuación”.
La gran pregunta consiste en saber quien es el responsable de la virulencia y proliferación de este fenómeno.
Para el profesor Tresgallo, aunque España, comparativamente con países como Inglaterra o EEUU, tiene todavía un nivel de acoso de baja intensidad, "el fenómeno traerá bastantes problemas a los padres, a los propios alumnos y a los profesores, porque va a dificultar mucho la convivencia y en este problema, todos tenemos nuestra parte de responsabilidad, la sociedad, los padres, la televisión y por supuesto, también los centros educativos. Cada vez son más urgentes y necesarias acciones de intervención que ayuden a los profesores a hacer frente a un problema ante el que se encuentran totalmente desprotegidos”.
Si hay culpables, con toda seguridad habrá causas.
“Hay muchas, afirma el investigador, pero hay una relación muy directa entre la forma que se ha educado a un niño en los primeros años de su vida y el futuro acosador. Si un niño ha recibido pocos afectos, este hecho será trascendental para conformar su personalidad. El tiempo que los niños pasan con sus familias o los contenidos violentos que ven a través de la televisión a lo largo de la semana, son cruciales. Se calcula que ven unas treinta horas de televisión y que a lo largo de 5 o 6 años ven un contenido violento de unas seis mil imágenes, esto indudablemente influye en la agresividad de un niño".
Pero acoso escolar no es todo; no es una riña, un pelotazo, una patada….Emilio Tresgallo, padre y profesor puntualiza.
“La violencia escolar es algo muy serio, para que se considere acoso escolar hay que considerar varios aspectos; que no haya igualdad de fuerzas, el verdugo se siente superior a la víctima. El acto de acoso, no se produce de forma esporádica, sino que se prolonga durante meses e incluso años……. Y puede terminar, como ya está comprobado, en la muerte o destrucción psicológica del niño acosado".
Escuchemos a Emilio Tresgallo.
¿Estamos ante las enfermedades del siglo XXI?
Emilio Tresgallo, no se da tregua, no tiene tiempo para pararse a pensarlo, pero si para intentar resolverlo. Charlas, Jornadas, Cursos de Verano y su trabajo publicado a disposición de todos en
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