viernes, 18 de noviembre de 2011

Un artículo del Profesor Doctor  Rafael Morales-Arce, Catedrático de Economía Financiera y de la Real Academia de Doctores de España


La necesidad de la Formación para el Empleo en Europa


  1. INTRODUCCION
Rafael Morales - Arce 
Durante las cuatro últimas décadas, la sociedad viene propiciando una especial atención al capital humano, como contrapunto, quizás, al predominio que, hasta entonces, había asumido el capital físico. Y, de manera particular, en los últimos años, los dirigentes empresariales, en especial, los de las grandes corporaciones, mostraron una mayor atención a los problemas de los recursos humanos en sus más variadas manifestaciones. Desde las derivadas de la evolución social y política, hasta las que afloraban como consecuencia del espíritu de emulación hacia las conquistas laborales alcanzadas por trabajadores de aquellos países que nos precedían en el nivel de desarrollo y con los que se mantenían fuertes lazos comerciales.

Desde la perspectiva empresarial, la preocupación se polarizó en la forma de considerar la relevancia de la gestión del capital humano como elemento esencial para el cumplimiento de los objetivos naturales de negocio y beneficio. En un entorno muy dinámico de los mercados, la empresa competitiva debía contar con una estructura de personal acorde a su modelo de explotación; con la cualificación que los avances tecnológicos requerían; con un nivel de retribución que constituyera, por si mismo, un elemento de motivación; y con un tratamiento de las relaciones industriales que fuere compatible con los principios básicos de una convivencia democrática y civilizada.

La formación y el desarrollo del capital humano estarían en el centro de gravedad de tal perspectiva empresarial, en pro de la capitalización de sus recursos, con la mirada puesta no en el momento presente sino cara al futuro. La cualificación requiere un cierto proceso de maduración, por lo que era conveniente tener siempre a punto las herramientas que permitieran tener una fuerza de trabajo con el adecuado nivel de preparación, tanto en términos de conocimientos profesionales, como de cultura técnica – normativa de calidad, seguridad, apreciación de la clientela, etc. – como de las competencias necesarias para el desempeño de tareas, tanto de especialización individual como de supervisión, siempre pensando en asegurar la carrera profesional en la firma.

Y ello requería de una atención singular a la elaboración de los planes de formación, que no es de la única responsabilidad del departamento correspondiente, sino que habría de ser promovida y supervisada por todos los niveles de la empresa, desde la alta dirección a los mandos intermedios, hecho que constituye una de las garantías para que el valor económico de la plantilla esté siempre a punto. Y con el complemento del uso de medios didácticos y metodológicos que mejoren su eficacia y productividad, basados en pedagogías activas, con el apoyo audiovisual e informático que la tecnología moderna posibilita para favorecer la asimilación de las nuevas técnicas, la integración con los objetivos estratégicos y el fomento de un sentimiento de calidad en las relaciones interpersonales. (1)

2.                  ASPECTOS BÁSICOS DE LA FORMACIÓN PARA EL EMPLEO

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), preocupada por el papel que la cualificación profesional juega en el desarrollo económico, define la formación como “toda acción que permita preparar y/o perfeccionar a una persona para ocupar un puesto de trabajo, o para que sea promovida en cualquier rama de la actividad económica”. Su Recomendación 117 (2) establece con claridad que:

  • La formación no es un fin en sí mismo, sino el medio para desarrollar aptitudes profesionales de una persona teniendo en cuenta las posibilidades de empleo, permitiéndole hacer uso de sus capacidades como mejor convenga a la comunidad.
  • No es una actividad aislada. Ha de estar íntimamente ligada a la producción de bienes o prestación de servicios de las unidades económicas de producción. Constituye una entelequia la acción formativa no inserta fuertemente en estos esquemas.
  • Es un proceso a lo largo de la vida profesional de la persona, esto es, el aprendizaje permanente que se considera esencial en la llamada sociedad del conocimiento, conforme a sus necesidades individuales como a las exigencias del entorno en el que se desarrolla. Ya la ley 5/2002 de Cualificaciones y de la Formación Profesional estimula el objetivo de lograr una población activa cualificada apta para la movilidad y libre circulación, tanto dentro como fuera del entorno de la Unión Europea (3), y ello requiere:
    • Partir de la noción básica de cualificación, como conjunto de competencias significativas para el empleo, adquiridas a través de un procedimiento, formal o informal, con el correspondiente contraste de evaluación y acreditación.
    • Establecer un Sistema Nacional de Cualificación y Formación Profesional, en estrecha relación con el mercado de trabajo, que requiere la colaboración de los agentes sociales.
    • Establecer las titulaciones y certificados de conocimientos profesionales acordes al Catálogo de Cualificaciones Profesionales con validez en todo el territorio nacional
    • Y, lo que es muy importante, garantizando el acceso al sistema tanto a jóvenes como activos o desempleados, mediante la adecuada utilización de los instrumentos de la Orientación Profesional y Laboral.

  • Esta estructura debería afectar a todos los sistemas de formación, tanto los llamados de entrada o iniciales, competencia de la autoridad educativa, como los ocupacionales, cuyo protagonismo corresponde tanto a las autoridades laborales como a entidades privadas, y los denominados de formación continua, habitualmente a cargo de los agentes sociales.

Este es el armazón teórico en el que se sustenta el desarrollo de las actividades formativas, tanto desde la perspectiva educativa como de la ligada al mercado de trabajo. La realidad viene demostrando un cierto nivel de insatisfacción basado en los siguientes hechos:

  • Por la inveterada falta de conexión entre las autoridades educativas y laborales, tanto en la elaboración de programas específicos de formación; la localización geográfica de centros, las metodologías utilizadas y los contenidos de los mismos.

La última muestra de ello es la reciente Conferencia Sectorial de la Educación que promueve el Ministerio correspondiente. En dicho evento, se publicitaron las cifras de necesidades de formación profesional para el período 2012-2015, de unas 200.000 plazas (115. en Distribución y Transporte; 60. en Servicios; 12. en Manufacturas; 11.en Construcción y 2. en el sector primario). Tales datos fueron sugeridos por las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas, pero sin que hubiera constancia de la intervención de los agentes sociales, que se considera fundamental para cuantificar las necesidades que se originarán en el sistema de empleo.

  • Por la irrupción, en los últimos años, de actividades económicas derivadas del uso de nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, que condicionan sobremanera los actuales programas formativos, sin que hayan sido adecuadamente integradas en los mismos. En España el cambio del modelo de cualificación viene muy condicionado por la estructura del modelo productivo, que cuenta con sectores muy preparados y competitivos internacionalmente, pero que coexisten con otros de baja productividad y utilización intensiva de la mano de obra escasamente cualificada.

  • Por las derivaciones emanadas del comportamiento del mercado de trabajo, que requiere, cada vez, en mayor proporción, personas hábiles, con formación actualizada y con capacidad de asumir la necesaria movilidad, geográfica u ocupacional.

Una buena muestra de ello la ofrece el último Boletín Económico del Banco de España (septiembre 2011), en el que al analizar el comportamiento del mercado de trabajo, concluye en la pérdida de ocupación en los últimos años, en especial, en las personas con bajo o medio nivel de estudios. Sin embargo, en las de cualificación elevada, no solo no se produjo reducción, sino un aumento del 2% en 2010, e incrementos del 3,0 y 2,6%, respectivamente, en los dos primeros trimestres de 2011.
  • Por la legislación laboral, que aún mantiene cotas elevadas de rigidez, tanto en lo relativo a la contratación como el acceso y cese en la ocupación;  la clasificación profesional; la negociación colectiva y los incentivos a la asimilación a jóvenes y desempleados. A pesar de las reformas realizadas en los últimos años, que no han conseguido que el desempleo afecte a menos del 20% de la población activa - de los que, una parte muy importante, son jóvenes menores de 25 años - , con lo que ello representa tanto para la auto-satisfacción de los afectados como para la valoración económica de la nación.

  • Y, finalmente, por la situación recesiva que afecta a nuestra economía, que, desafortunadamente, y en tanto no se superen ciertos problemas de consolidación fiscal, reforma del sistema financiero e incertidumbres políticas, no estaremos en condiciones de superar la crisis.


3.                  UNA MIRADA AL EXTERIOR

Si bien desde el plano teórico, España tiene un tratamiento de la Formación Profesional similar al de la generalidad de los países europeos, se constatan algunas diferencias esenciales:

    • La correlación sistema productivo / cualificación, que según datos de Eurostat, presenta importantes diferencias, como se aprecia en el Cuadro 1, que pone de manifiesto cómo, en los niveles intermedios, por ejemplo, España presenta un dato equivalente a la mitad de la media europea; el doble en los niveles de baja cualificación y, ligeramente en exceso, en los niveles superiores.

CUADRO 1
Correlación sistema productivo/ cualificación

EUROPA                                ESPAÑA

                        Niveles bajos                      16,2%                                     33,1%
                        Niveles intermedios           50,5%                                     26,7%
                        Niveles superiores              32,9%                                     40,3%
                        Fuente: Eurostat.(4)


    • Polarizando la atención en los países centrales de la Unión, y acorde a los niveles ISCED-97, la población ocupada, entre 25-29 años, por niveles educativos presenta el panorama que recoge el Cuadro 2. Y aunque los sistemas educativos de estos países tienen algunas diferencias, España presenta el mayor porcentaje de ocupación, con bajos niveles educativos; la mitad del que tiene el promedio de la Unión en los niveles intermedios, y, de los más altos, en los de mayor valoración académica.

CUADRO 2
Población ocupada 25-29 años por niveles educativos

Niveles          UE-27  ALEMANIA   FRANCIA    ITALIA          UK    ESPAÑA        
0-2                  16,2         10,6              12,6            27,0           14,0       33,1
3-4                  50,5         67,4               42,7           55,2            43,7       26,7
5-6                  32,9         22,0               44,7           17,7            41,6       40,3


Fuente : Eurostat (5)


    • Es ilustrativo comprobar la situación de la población mayor de 15 años, que se considera el límite de la enseñanza secundaria obligatoria, y su participación en las actividades de formación continua de duración superior a las cuatro semanas, que recoge el Cuadro 3. Demuestra que países del Norte de Europa, como Dinamarca y Finlandia, tienen altos porcentajes de participación en la formación continua. España se alinea con el promedio de la Unión.

CUADRO 3
Población mayor de 15 años en programas de Formación Continua

                                              Países                           % participación en Formacion Continua

 UE-27                                                09,5
DINAMARCA                                    27,3
ALEMANIA                                        07,7
FINLANDIA                                        22,5
AUSTRIA                                             12,9
ESPAÑA                                             10,5

                        Fuente: Instituto Nacional de Estadistica. Eurostat (6)

De manera singular, podemos resaltar la situación en algunos países:

    • ALEMANIA

Desde el año 1969, dispone de una ley que unifica el sistema de Formación Profesional, de una gran popularidad, cuya responsabilidad está delegada en los Estados Federales, que la comparten con el Estado central, Asociaciones Profesionales, Cámaras de Comercio y Sindicatos. El sistema es muy análogo en su área de influencia: Austria, Suiza y Liechtenstein.

Tras cursar la enseñanza secundaria, se inicia el denominado NIVEL CUATERNARIO, que comprende tanto la Formación Profesional Continua privada, como la Formación Profesional, media o superior.

Sus resultados son muy clarificadores: Desde 2001, el 66% de los jóvenes menores de 22 años han iniciado el periodo de aprendizaje, que puede alcanzar los 5 años, que fue completado por el 78% de ellos.

Pero, adicionalmente, 1 de cada 3 empresas, ofrece programas de aprendizaje. Para ello, conciertan un compromiso – con la excepción de las pequeñas empresas- a asumir un determinado número de aprendices.

    • FINLANDIA

La Formación Profesional se integra en la Enseñanza Secundaria y se conoce como Enseñanza Vocacional, denominación que es habitual en algunos países americanos, y puede ser cursada con carácter exclusivo, o, alternativamente, simultaneando con la enseñanza secundaria, pero, en tal caso, tiene una duración superior a los cuatro años.

Los planes de estudio son meramente profesionales y se cursan en centros mantenidos por las Corporaciones Locales. Tras su finalización, los graduados pueden inscribirse en Escuelas Superiores de Formación Profesional o en Universidades, pudiendo, gozar, en todo caso, de becas concedidas por las Administraciones Públicas.

    • NORUEGA

En general, tras la enseñanza secundaria, un 50% prosigue los estudios de Formación Profesional, de los cuales, 2 años se realizan en un centro docente, y otros 2, dentro de la empresa.

Los aprendices perciben un salario que se negocia en Convenio Colectivo, y suele oscilar entre el 30-80% del de un trabajador cualificado.

El empresario, por su parte, percibe un subsidio del Estado, equivalente al coste de un año de estudios en el centro.

Los graduados superiores de Formación Profesional pueden integrarse en Colegios Técnicos Profesionales o, si lo desean, pueden acceder a estudios universitarios, tras un año de preparación.

Los interlocutores sociales tienen una amplia participación en los programas, tanto en contenidos, como en la prestación de la formación y en las actividades conexas de Orientación Profesional.

    • REINO UNIDO

Tiene un sistema híbrido de lo habitual en el continente. Desde el año 2000 cuenta con la Ley de Enseñanza y Cualificaciones, que asigna la autoridad específica en el Consejo de Enseñanza y Cualificaciones que cuenta con un presupuesto anual de 6.000 millones de libras y capacita a unos seis millones de alumnos.

El Consejo se descentraliza en 47 Consejos Locales, en los que participan representantes de empresarios y trabajadores.

Por otra parte, hemos de resaltar la existencia, desde 2001, de la Ley de Tiempo Libre para estudiantes de Formación Profesional, aplicable a cualquier trabajador de Inglaterra o Gales.

Igualmente, cuenta, ya desde 1997, con la Autoridad de Curriculum y Cualificaciones, que supervisa los curriculum, cualificaciones y evaluaciones de la Formación Profesional en el Reino Unido.


    • SUECIA

Del orden del 50% de los graduados de enseñanza secundaria se orienta hacia la Formación Profesional, en programas que se localizan en municipios, para así atender, prioritariamente, sus principales necesidades.

La duración mínima de las enseñanzas es de tres años, estructurada en materias troncales – idiomas, educación física, educación sanitaria, matemáticas, naturales, sociales y religión – y otras específicas, que dependen de la especialidad elegida. El desarrollo de estas últimas se desarrolla en programas, dentro de la empresa, durante 15 semanas por año.

La supervisión académica y de la calidad de las enseñanzas está a cargo de los centros docentes, con la intervención de los interlocutores sociales.

    • SUIZA

En este país, casi el 60% de los alumnos que se gradúan en la Secundaria se inscriben en la formación profesional, dentro de un sistema “dual”, que se desarrolla en una institución académica, durante 2-3 días, y en una empresa de acogida, durante 3-4 días.

En 2007, más del 50% de los trabajadores (25-64 años) tenían concluido la formación profesional o titulaciones oficiales en su más alto nivel.

Por otra parte, la Formación Profesional de grado superior puede cursarse en las denominadas Universidades de Ciencias Aplicadas. (7)

    • FRANCIA

Francia tiene una organización peculiar de su actividad formativa. Tiene la posibilidad, como sucede en España, de contar con un itinerario profesional desde la Enseñanza Secundaria hasta el Doctorado, sin interrupciones. Pueden cursarse las enseñanzas tanto en centros docentes como en empresas, con la posibilidad universal de obtener titulaciones mediante formación continua, con validez académica de la experiencia profesional.

La estructura del aprendizaje permite cursarlo desde los 16-25 años, tanto en centros docentes como empresas, con una duración entre 400-675 horas en los denominados CFA, de los que existen más de 1.500 en todo el país. De ellos puede obtenerse una Licencia Profesional.

En relación a la Formación profesional empresarial y continua se explica que está asignada a las autoridades laborales y se financia por la Administración y las propias empresas. Está orientada tanto a desempleados, que perciben el Subsidio de Desempleo, como a los denominados Contratos de Trabajo para la formación.

Por otra parte, existe la formación dirigida a las personas empleadas, basada en Planes específicos de Formación; Permisos para la Formación y el denominado DERECHO INDIVIDUAL A LA FORMACIÓN (DIF), así como programas singulares de Formación para mayores de 45 años. (8)

Desde una perspectiva general, el último Euro barómetro – que encuesta a unas 27.000 personas, de las cuales, unas 1.000 en España – pone de manifiesto una serie de cuestiones del mayor interés, entre las que destacan:

    • Mientras que en Europa optan a la Formación Profesional  casi un 50% de los egresados de la Enseñanza Secundaria, en España solo lo hace el 24%, la tasa más reducida de la Unión Europea.
    • El 85% de los encuestados piensa que la Formación Profesional ayuda a adquirir aptitudes profesionales muy solicitadas por el mercado, aunque ello no garantiza el acceso automático al mercado de trabajo.
    • En los países europeos, y a juicio de la propia Comisaria Europea de Cultura y Formación Profesional, A. Vassilou, debe coordinarse de manera mas estrecha la formación cultural y la profesional. Ello contribuiría a elevar no solo la tasa educativa de la población, sino que dotaría de un mayor humanismo al mero desempeño de actividad productiva.
    • Los europeos, al contrario que una buena parte de los españoles, valoran positivamente la Formación Profesional, tanto por la elevada calidad de la oferta como por las mayores perspectivas laborales que abre, aunque son conscientes que en algunos países, especialmente Francia y Reino Unido, debe mejorar su calidad. (9)
    • Al margen de esta Encuesta, y con los datos del Banco de España la evolución de la población ocupada por niveles de formación, que recogemos en el Cuadro 4 es reveladora de lo que habíamos anticipado:

CUADRO 4
Evolución de la población ocupada por niveles de formación (%)

Niveles de formación                   2008    2009    2010    2011 (I)      2011(II)

Bajo nivel de estudios                  -4,2     -13,7     -8,4     -9,8              -9,6
Medio nivel de estudios               -0,2     -7,4      -2,7     -1,3              -0,6
Nivel estudios superiores               1,3      -0,9       2,0      3,0                2,6

Fuente: Banco de España. Boletín Económico. (10)  
                       
Las personas con un alto nivel de estudios tienen una participación mucho menos en la pérdida de la ocupación, argumento que nos sirve para reforzar el papel que la formación desempeña en este proceso.

4.                  LA ESTRATEGIA GLOBAL PARA EL EMPLEO 2012-2014

Una de las medidas presentadas en España en 2011 fue la denominada Estrategia Global para el Empleo en el próximo trienio. Era fruto del Acuerdo Social para el Empleo (ASE) suscrito por el Gobierno, empresarios integrados en CEOE y CEPYME y los Sindicatos Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores, el 2 de febrero de aquel año. Las autoridades elevaron a rango de Real Decreto-Ley, el 1-2011, (11) de medidas urgentes para promover la transición del empleo estable y la cualificación profesional de los desempleados, una iniciativa encomiable, especialmente, en pro de los trabajadores mayores de 55 años.

Para ello, los interlocutores sociales se dieron un plazo de seis meses para presentar la denominada ESTRATEGIA 55, cuyo Borrador se ha conocido ahora (12) y en el que bajo la premisa que los mayores de 55 años constituyen el 12% de la población ocupada, presentan, por otra parte, tan solo un 8% de paro; con bajos niveles de actividad y con una tasa de empleo, en relación al promedio de la UE-15, cinco puntos porcentuales inferior. Pretende ser una especie de NEW DEAL 55, al estilo de lo sugerido en el Reino Unido, y que se polariza en propiciar a este colectivo un asesoramiento cualificado en búsqueda de empleo; la provisión de formación profesional de calidad que le permita la continuidad en el mercado de trabajo; la oferta de contratación y, en su caso, el acceso a la jubilación flexible.

En España, esta Estrategia, aún no puesta en marcha, persigue una serie de objetivos, entre los que destacan:

  • La asignación de la denominación de “colectivo preferente” a este segmento de la población ocupada.
  • La provisión de determinados servicios, como, por ejemplo:
    • Una renta activa de reinserción, para los que lo requieran.
    • Bonificaciones en las cuotas de Seguridad Social a los que estuvieren en situación de desempleo de larga duración.
    • Asignación de Subsidio de Desempleo.
  • Y, de manera particular, la elaboración de PROGRAMAS ESPECIALES DE FORMACION, con ayudas estatales, y orientados a diferentes campos:
  • La gestión del stress
  • La prevención del agotamiento físico e intelectual.
  • La promoción de hábitos saludables.
  • La práctica del ejercicio físico.
  • La Orientación Profesional y Laboral.
  • Y el renacimiento de sus cualificaciones.

Esperemos que esta iniciativa pueda llegar a buen término, aunque ante la situación socio-política y laboral a la que nos enfrentaremos a partir de 2012, pueda ser aparcada ante otras prioridades, como por ejemplo, el situar el centro de gravedad en la atención a la recualificación y refuerzo de la población desempleada de menos edad. Pero en todo caso, sería una gran oportunidad de estímulo a favor de un colectivo que requiere, igualmente, una especial atención.

5.                  LOS RETOS FUTUROS

El mero análisis de las últimas estadísticas de desempleo y afiliación a la Seguridad Social, unido a las expectativas de evolución económica para el próximo ejercicio,  no hace más que confirmar la conveniencia de asumir una serie de retos que faciliten, a través de medidas directas, claras y consensuadas, un potencial de mejora de nuestro mercado de trabajo.

  • En primer lugar, se hace preciso una auto-crítica de los sistemas educativo y laboral, que, hasta ahora, tan sólo han realizado débiles esfuerzos para inter-relacionar la estrategia educativa con la que requiere el sistema productivo. Vivimos en la sociedad del conocimiento, la sociedad del talento, y el potencial de la persona viene definido por los conocimientos, aptitudes y actitudes que ha adquirido.
  • Alterar sustancialmente la concepción de los centros de Formación Profesional reglada, que, en muchos casos, viven a espaldas de la realidad, con una mayor proyección en la transmisión de conocimientos que en propiciar la adquisición de competencias profesionales. Al bajo nivel de alumnos que se contabiliza en España, se une una alta proporción de abandonos prematuros, con un alto coste económico, y la subocupación de una buena parte de la mano de obra cualificada. Los sistemas de Formación Profesional Acelerada, Formación Intensiva Profesional y Promoción Profesional Obrera de los años sesenta y setenta del siglo pasado, surgieron para superar esa situación, proveyendo a la economía española profesionales con un nivel de cualificación que fue fundamental para el nivel de desarrollo que entonces se requería. La mayor parte de tal formación se implementaba en centros móviles, allí donde estaba la necesidad, y no en centros fijos, como hoy ocurre con más del 75% de las acciones de cualificación, situadas en puntos fijos y con enseñanza presencial. Hoy, con la debida actualización, podrían representar soluciones complementarias a este problema.
  • La conveniencia de potenciar el funcionamiento de los sistemas de reconocimiento de competencias, que facilitarían la movilidad, entre los centros de estudios y los de trabajo, sino lo que es más importante, la apertura para los trabajadores de nuevas posibilidades en su entorno profesional, tanto dentro como fuera del país.
  • Implicar de manera efectiva al sistema empresarial en la acogida a los graduados de los centros de Formación Profesional, y en la organización interna de acciones formativas para todos sus empleados. Un incentivo en las cotizaciones sociales facilitaría el cambio de actitud en este sentido.
  • Favorecer la equidad en el acceso a la Formación Profesional Empresarial, a cualquier nivel de la estructura de la firma, y no centrada, casi exclusivamente, en los profesionales de oficio.
  • Someter a evaluación continua la calidad de la formación dispensada, tanto en los programas reglados como los impartidos en el seno de las empresas, de forma que se garantice la adaptación a la exigencia del mercado de trabajo.
  • Estimular la formación profesional de la población inmigrante, que hoy supera los seis millones de personas, la mayor parte, con baja cualificación, facilitando así su integración en niveles más altos de categoría profesional.
  • Asumir en sus estrategias formativas los principios fundamentales de la moderna Didáctica, de forma que en sus enseñanzas se fomente siempre el despertar de la intuición, la objetivación y la visualización de la formación; el principio de actividad del alumno; la dispensación de una enseñanza realista, útil para la vida, no solo para la escuela; la realización de pruebas sistemáticas de evaluación de las enseñanzas, única garantía de éxito final de los programas, y, finalmente, la adaptación al sujeto individual que recibe la formación, para lo cual, tendrán una gran utilidad las tareas de Orientación Profesional y Laboral, que ha perdido parte del protagonismo que tuvo a finales de los años setenta.
  • Y, finalmente, con la utilización masiva de los medios que la informática y nuevas tecnologías, posibilitan tanto una mayor calidad como facilidades para el acceso en cualquier momento y lugar a los programas formativos. Entre otros:

    • Las aplicaciones de MOBILE LEARNIG, tanto en su versión E-LEARNING, que viene creciendo a tasas de dos dígitos en los últimos años, como en B-LEARNING, que facilita la combinación entre la formación “on-line” y la enseñanza presencial; mediante utilización de tabletas, smartphones, blogs, videoconferencias y tecnologías 2.0.
    • La promoción de FOROS ACTIVOS DE DEBATE que pueden programarse non stop.
    • La organización se Seminarios on-line (WEBMINAR) que, aunque desarrollados en día y hora determinados, pueden “colgarse” posteriormente en la red.
    • La elaboración de programas formativos de corta duración, sobre temas puntuales, especializados, en especial, los relativos a temas normativos, derivados de cambios técnicos, de seguridad, etc.
    • La promoción de la técnica del COACHING, muy útil, en especial, para la preparación de ejecutivos medios y mandos superiores.
    • La progresiva introducción de tecnologías emergentes (Geo-localización; programas en 3D; de la “Realidad Aumentada”; teléfonos móviles avanzados, etc.)
    • El uso de la conocida como “pizarra virtual”, que permite trasladar a varios puntos de formación lo que se está explicando en el lugar de origen.
    • La utilización de las posibilidades que ofrece la “formación consorciada” para el desarrollo de talentos; la “formación in company”, etc.
    • Y, naturalmente, la progresiva asimilación de las comunicaciones que se propician desde las redes sociales.

Es evidente que son muchas las empresas españolas que ya acceden a estos medios, pero el futuro, como se ha dicho, hará imprescindible el uso combinado de muchos de ellos, que garantizarán tanto la eficacia de la formación como una mayor economía en la inversión y costes incurridos.
6.                  ASPECTOS FINALES

Llegados a este punto de la cuestión, convendría resaltar una serie de consideraciones finales que permitan reafirmar la importancia que el proceso formativo tiene en el momento presente. Destacaremos:

  • En primer, que no debemos olvidar la pertenencia a la Unión Europea, en cuyo seno, y en aras de la coherencia, debemos reforzar valores fundamentales: la defensa de los derechos humanos; la solidaridad social y la libertad de empresa, de forma que se genere una distribución equitativa de los beneficios del desarrollo.
  • Que la gestión de recursos humanos viene muy condicionada por la situación del ciclo económico, que anticipamos con una clara desaceleración e, incluso, leve recesión en el próximo trienio. El posible cambio de modelo productivo requerirá, como variable básica, la recalificación de la mano de obra disponible. En estos momentos, no contamos con suficiente oferta de cualificación para impulsar y sostener un nuevo periodo de expansión y crecimiento, en el que la prioridad absoluta  es la creación de puestos de trabajo, lo que requerirá profundos cambios en la concertación laboral.
  • En este contexto, y de forma inmediata, la requerida generación de nuevos puestos debería venir acompañada por una variable estratégica, la cualificación, que haga posible la mejora del potencial competitivo para la empresa.
  • La defensa de la autonomía de los Estados de la Unión Europea en lo relativo a Educación y Formación Empresarial, reforzando los programas especiales que faciliten la coherencia de las medidas, y, en nuestro caso particular, la de los programas de formación de adultos.
  • Reforzar la estrategia de la Unión Europea en su Plan 2007-2013, superando la dotación de siete mil millones de euros comprometidos para apoyar acciones de aprendizaje permanente, que incidan en la mejora de las cualificaciones; la ampliación de las posibilidades de acceso a Educación y Formación Profesional; estimulando la movilidad laboral y ayudando a fomentar un entorno de creatividad y emprendimiento, necesario para nuestro progreso. No se ha de olvidar, por otra parte, que un profesional de oficio, en el actual contexto de aceleración tecnológica, tendrá una cualificación obsoleta si no actualiza su formación en 2- 3 años. Y un ejecutivo, que no se recicle en el conocimiento de las nuevas técnicas de liderazgo y dirección cada 1-2 años, quedará rezagado respecto a la posición que  mantienen en sus más brillantes competidores.
  • En el contexto futuro, debería darse mayor atención al problema que plantea el desempleo de jóvenes – 42%- y de desempleados de larga duración. Y ello requerirá el fomento de nuevas cualificaciones para los nuevos empleos que garanticen la sostenibilidad del empleo; la generación de un trabajo seguro y saludable; la combinación de flexibilidad y seguridad en el mercado de trabajo, así como la eliminación de obstáculos a la libre circulación de trabajadores en el ámbito de la Unión. La actual dotación del Fondo Social Europeo para el período 2007-2013, habría de ser ampliada para orientarla de manera directa a las ayudas para nuevas cualificaciones y puestos de trabajo.
  • Fomentar la implicación de las empresas en la oferta formativa, con una colaboración activa en las actividades de Formación Profesional reglada, ocupacional e intensiva; mejorando los procesos de Orientación Profesional y Laboral; centrando su actuación en un modelo de gestión articulado en el desarrollo de competencias y habilidades basadas en el Análisis del Puesto de Trabajo (APT), que combine el aprendizaje con la experiencia; la iniciativa y la responsabilidad, tendente a propiciar personas hábiles, adaptables y móviles ocupacionalmente.
  • Reforzar la utilización del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales en el sentido antes indicado, articulando, de manera inteligente la descripción pormenorizada de los conocimientos, aptitudes y actitudes necesarios para cada una de aquellas. Su propósito estará no solo en servir de valioso instrumento para favorecer la realización personal del sujeto de la formación, sino su integración social y ciudadana, el refuerzo de su sentido de iniciativa, del trabajo en equipo y la resolución de problemas generados en el entorno del puesto de trabajo, como vías de mejora de la productividad.
  • Configurar la empleabilidad como forma de mejorar la capacidad de la persona para acceder, mantener y promocionar en un empleo satisfactorio. Tal y como sostiene uno de los pilares de la ESTRATEGIA EUROPEA DEL EMPLEO, complementado con el fomento del espíritu empresarial, la adaptabilidad y la igualdad de oportunidades para todos.
  • Recordar e insistir que, ya en el año 1996, se declaró por la Unión Europea como el AÑO DE LA EDUCACIÓN Y LA FORMACIÓN PERMANENTE, sensibilizando a la población acerca de la necesidad del aprendizaje a lo largo de toda la vida activa, y para todos. Igualmente, lo que cinco años después, la decisión del Consejo Europeo, creando el Espacio Europeo de Aprendizaje Permanente con varios mensajes claros: la necesidad de posibilitar la adquisición o renovación de capacidades que permitan participar de manera sostenida en la sociedad del conocimiento; la consideración de la formación como una inversión estratégica, no un gasto consuntivo más; la sistemática introducción de innovación, en contenidos y metodologías, y todo ello orientado a que cualquier actividad de formación, pública o privada, aparte de ser transmisora de competencias, fuere una fuente de mejora de la competitividad.
  • Finalmente, si como auguran las previsiones demográficas, España pudiera perder en una década casi un 30% de su población más preparada, y contaremos, por mor de la baja natalidad y la progresiva salida de jóvenes para trabajar en otros países (13) una carencia de recursos humanos fundamentales no ya para el crecimiento, sino para la mera sostenibilidad, y, por otra parte, considerando una reciente estimación del Ministerio de Educación, que estima que para 2020, las necesidades de cualificación afectarán a unos de tres millones de personas, desde los más de cuatro millones y medio que hoy viven y estarían entonces (14), todo ello no hace más que poner de manifiesto que la actividad formativa está, pues, en una encrucijada, en la que la superación de alguna de las debilidades que se han sugerido, como ya se apuntan, sirva para recuperar y mantener el sentido estratégico de la formación empresarial en los términos que han asumido los países referentes en esta parcela de la actividad económica.


7. REFERENCIAS
  1. “En torno al capital humano: Aspectos básicos en su consideración empresarial”. Morales-Arce, R. Editorial Centro de Estudios Ramón Areces. Madrid, 2003. Páginas 15-17.
  2. Recomendación 117. Organización Internacional del Trabajo. Ginebra, Suiza.
  3. Ley Orgánica 5/2002 de las Cualificaciones y la Formación Profesional. Boletín Oficial del Estado. Madrid, 20 junio 2002.
  4. Comunidad Europea. Eurostat. Datos correspondientes a 2007.
  5. Id.
  6. Datos del Instituto Nacional de Estadística. Eurostat. 2005.
  7. The Free Encyclopedia. Wikipedia. Septiembre 2011.
  8. “La Formación Profesional en Francia”. Cifuentes, R. La Laboral. Centro integrado de Formación Profesional. Gijón. 2010.
  9. Euro barómetro de la Unión Europea. Septiembre 2011. Recogido de ABC. Madrid, 1.10.2011, página 43.
  10. Boletín Económico del Banco de España. Madrid, septiembre 2011. Página 48.
  11. Real Decreto Ley 1/2011 de 11.02.2011, de medidas urgentes para promover la transición al empleo estable y la recualificación profesional de los desempleados. Boletín Oficial del Estado. Madrid, 2011.
  12. “Estrategia global para el empleo 2012-2014”. Primer borrador. Madrid, octubre 2011.
  13. “¿Un país sin futuro?”. Soriano, D. Libertad Digital. Madrid, 11 octubre 2011.
  14. Conferencia Sectorial de Educación. Ministerio de Educación. Madrid, 18 octubre 2011.
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