sábado, 29 de octubre de 2011

Muchísimas gracias a todos


Este año Elena, ha cursado chino elemental A1 en la UNED de Pontevedra. A pesar de su discapacidad y gracias a la ayuda de todo el equipo docente de la UNED, ha superado brillantemente sus exámenes en Junio.
Carta de una desconocida




Isabel Quiñones / Pontevedra, Salvaterra do Miño.
“Quisiera expresar a todos los destinatarios de este mensaje mi más profundo agradecimiento por la sensibilidad, dedicación y profesionalidad con la que han tratado a mi hija Elena Zas, alumna del Centro Universitario de Idiomas a Distancia (CUID).

Este año Elena, ha cursado chino elemental A1 en la UNED de Pontevedra. A pesar de su discapacidad y gracias a la ayuda de todo el equipo docente de la UNED, ha superado brillantemente sus exámenes en Junio.


Esto, para ella, ha supuesto un gran avance en su autoestima y seguridad. Y para nosotros, su familia. Para mí como madre, para sus hermanos, para su padre, es un inmenso motivo de orgullo y admiración hacia ella…”


Así comienza la carta que un día Lourdes González-Laganá, madre de Elena echó al correo, con dirección UNED, para contarnos cómo un idioma, el chino, estudiado en el Centro Universitario de Idiomas a Distancia (CUID) de la UNED de Pontevedra, podía traspasar la línea del aprendizaje e invadir la de la terapéutica.



Elena, a la que vamos a ir conociendo poco a poco, a través de los ojos y de la carta de su madre, se desplaza a la UNED de Pontevedra, a sus tutorías de Chino desde su lugar de residencia cercana a Santiago de Compostela, con la ilusión de encontrarse con sus compañeros y por supuesto, con Beatriz Rodríguez, Directora de este Centro de la UNED.
 



“La profesora Natalia desde Madrid, continua escribiendo Lourdes, está en continuo contacto telefónico con Elena para saber cómo le van los exámenes. Y el equipo del  Centro de Atención a Universitarios con discapacidad de la UNED (UNIDIS), ha hecho un brillantísimo trabajo para facilitar más todavía las cosas.
Su tutora, la profesora Lili Wo de la UNED de Pontevedra, ha sido exquisita con Elena. Ha sabido motivarla, enseñarla y siempre ha estado muy pendiente de ella”



Elena…, Elena es dulce, guapa, tímida, simpática y entrañable. Pero sobre todo Elena es una gran alumna de la UNED. Y aunque ella nos confiesa que al principio el chino le sonaba un poco a……”chino”, este año comienza el nuevo curso con más ilusión, si cabe que el anterior y así nos lo ha contado hoy en la UNED de Pontevedra.




Le decimos también, nosotros adiós a Elena por hoy. Porque todas las historias y más las cartas, tienen un final, y por eso Lourdes, se despide:
”Quiero agradecer y felicitar al Rector Juan A. Gimeno, por representar a esa gran universidad que es la UNED y por contar con tan buenos profesionales. Muchísimas gracias a todos”.


 
 



viernes, 14 de octubre de 2011

Sargent y Sims premios Nobel de Economía en 2011


Un artículo del Profesor Rafael Morales-Arce, Catedrático de Economía Financiera y de la Real Academia de Doctores de España

Los economistas Sargent y Sims, premios Nobel de Economía en 2011



 
Rafael Morales - Arce / Madrid. La Real Academia de Ciencias de Suecia hizo público la concesión del Premio Nobel de Economía 2011 a los economistas norteamericanos Thomas J. Sargent y Cristopher A. Sims, por sus aportaciones a la investigación empírica y de prospectiva sobre la relación causa efecto en la Macroeconomía y la Política Económica. La búsqueda de “lo que causa qué”, convertida, en los últimos años, en el sentido dominante en los estudios prácticos de aquella rama de la Economía.

Sargent y Sims, cada uno de ellos de forma independiente, han desarrollado aplicaciones de la “Teoría de las Expectativas Racionales”, polarizada en magnitudes tales como el producto interior bruto, la inflación, el volumen de empleo, los tipos de interés y la inversión, que se consideran fundamentales para el análisis y la obtención de conclusiones válidas sobre los efectos que trasladan a la sociedad.

Adicionalmente, estudiaron la repercusión que repercute a la riqueza nacional o los índices de precios por las variaciones en los tipos de interés del dinero, en especial, cuando los Bancos Centrales, en busca del equilibrio macroeconómico, toman decisiones de política monetaria.

La aplicación de la Teoría de las Expectativas evidencia que, para el sector privado, se influye en las decisiones sobre salarios, volumen de ahorro e inversión. Y, recíprocamente, las decisiones de política económica, están influenciadas por lo que espera el sector privado sobre estas magnitudes. Por ello, investigadores y políticos han utilizado los modelos elaborados en los años setenta y ochenta como herramientas esenciales para el análisis económico.

Desde una perspectiva general, la denominada Teoría de las Expectativas Racionales”, propuesta inicialmente por el economista John F. Muth en 1961, en la revista Econométrica, bajo el título “Expectativas Racionales y Movimientos en los Precios”, sería desarrollada posteriormente por Robert Lucas y Thomas J. Sargent, de las Universidades de Minnesota y Stanford, respectivamente, y se refiere a las propiedades de las expectativas y las preferencias de los agentes económicos que tienen el propósito de invertir. Es decir, que no se ignoran ni la situación presente ni la posible evolución futura, sino que se promueve la racionalidad en la articulación de las medidas que, a partir de entonces, deben adoptarse Tiene algunos supuestos básicos, tales como:

- Se polariza en las principales magnitudes macroeconómicas que definen el comportamiento de los agentes: crecimiento, precios, tipos de interés, etc. tratando de maximizar sus beneficios ante la situación que esperan. Ello resta eficacia a las decisiones que adoptan las autoridades, pues los efectos de las mismas se contrarrestan por los que intervienen en los procesos económicos.

  • En general, los ciudadanos y aquellos agentes, suelen aprender de sus propios errores. Cuando realizan previsiones, estas pueden ser equívocas, aunque los errores no sean sistemáticos, sino aleatorios. Por ello, es fundamental la adquisición y uso racional de la información.

  • Los efectos de esta práctica pueden ser perversos. Si se espera un aumento de los índices de precios, los agentes tenderán a ajustar salarios y precios de manera que se producirá un alza general de los mismos. La Política Económica, en tal caso, debería generar expectativas de signo contrario, esto es, que no indujeran a la inflación sino a la estabilidad.

  • Para Robert Lucas, Premio Nobel de Economía en 1995, constituido en defensor y divulgador de esta Teoría, las expectativas de los agentes económicos “racionales” – producción de bienes y servicios y ocupación laboral – no son alterados por las políticas públicas, fiscales y monetarias sino durante un corto espacio de tiempo. De ahí que considere que la nueva Macroeconomía clásica, basada en el concepto de las expectativas racionales, se oponga frontalmente a la denominada economía keynesiana.

  • Por ello, Muth insistió entonces en explicar la razón por la que ninguna regla, fórmula o modelo ha logrado jamás tener éxito de manera sistemática y consistente cuando se aventura en predecir precios en los mercados. Su clásica respuesta consistió en demostrar que toda la información disponible al público se encuentra integrada en las decisiones adoptadas por los agentes económicos, cuyas expectativas suelen ser racionales en este sentido.
El primero de los galardonados, Thomas J. Sargent, nació en 1943 en Pasadena, California, graduándose en la Universidad de Berkeley y doctorándose en Harvard. Ha desempeñado la docencia en las áreas de Economía y Negocios en las Universidades de Nueva York, Stanford, Chicago y Princeton.

Una síntesis de sus trabajos de investigación se refiere a los aspectos siguientes:

  • La demostración que la Macroeconomía Estructural puede utilizarse para analizar los cambios permanentes que se producen en la Política Económica, así como a las economías domésticas o las grandes corporaciones industriales.

  • Sargent fue uno de los seguidores de la Teoría de las Expectativas Racionales, un modelo que ha sido objeto de críticas en medio de la actual crisis económica, la mayor parte de ellas basadas en la falta de realismo de su planteamiento fundamental: la estimación de que ciudadanos y mercados disponen de información perfecta que les lleva a anticipar sus decisiones según las criterios que, en cada momento, aplican tanto los Gobiernos como los Bancos Centrales.

  • Sargent inició sus investigaciones con el análisis de la evolución de las economías tras la Segunda Guerra Mundial, en especial, en las prácticas de alta inflación, entonces propiciadas por las autoridades económicas y que conllevaron posteriormente en alteraciones significativas y a la baja en los niveles de precios.

  • Sargent llegaría a las mismas conclusiones que Muth una década después. Estimó que los agentes fundamentan sus expectativas en las mismas informaciones que se encuentran disponibles para las autoridades que diseñan las políticas económicas.

  • Sargent estableció una conexión entre el crecimiento del endeudamiento público y la necesidad de imprimir dinero para financiarlo. Cuando la política fiscal es expansiva, llegará un momento en que su financiación alcanzará un límite, dejando el recurso a la inflación como el único medio disponible para la cobertura de déficits presupuestarios de difícil sostenibilidad.

  • Sargent fue muy crítico con la política de estímulos fiscales aplicadas por la Administración USA en 2010, a las que calificó de “sorprendentemente ingenuas”. En sus trabajos académicos había llegado a la conclusión que los “policy-makers” no deberían manipular la economía de manera sistemática ilusionando artificialmente al gran público con políticas sorpresa, así como, tampoco los Bancos Centrales deberían relajar la política monetaria de forma permanente para disminuir el desempleo.

  • Por otra parte, y al referirse a la Europa del euro, estima que la zona sufre los efectos de crisis y pánico, que tienen mucho que ver con las expectativas y decisiones que adoptarán los diferentes agentes de los mercados. Tanto Sargent como Sims opinan que no tienen una respuesta exacta para resolver la crisis. Aseguran que sólo investigan y trabajan sobre datos, tratando de descifrar sobre lo que sucede.

  • Sargent pertenece a una corriente de pensamiento basada en la tesis del “equilibrio general dinámico”, que se considera habitual en las Universidades y Centros de Investigación norteamericanos del interior del país, la conocida como de “agua dulce”, caso, por ejemplo, de Chicago, frente a lo que propugnan los del litoral, o de “agua salada”, típica del Este, localizada en Boston, Nueva York y aledaños.

  • Por otra parte, hemos de destacar que Sargent cuenta con una docena de libros del más alto nivel científico y más de un centenar de artículos con referentes de alta cualificación. Pertenece a la Academia Americana de Ciencias y Artes, de la que ha recibido honores, así como de la Sociedad Econométrica, de gran prestigio entre los economistas de todo el mundo.
Por su parte, Sims, nacido en 1942 en Washington, se graduó con honores en Matemáticas en la Universidad de Harvard, a la que volvería en 1968 para doctorarse en Economía. Ejerce la docencia en la Universidad de Princeton, y es uno de los economistas más considerados a nivel mundial. Asesora al Fondo Monetario Internacional, al Massachusetts Institute of Technology (MIT). y, en España, forma parte del Consejo Científico de la Barcelona Graduate School of Economics.

Su aportación investigadora se centra en las siguientes cuestiones:

  • En primer lugar, que las investigaciones realizadas por Sargent y él mismo, así como por el grupo de colaboradores, son esenciales para encontrar la salida de la crisis económica, aunque asegura que no tiene solución para la misma, puesto que de ser así, ya la habría divulgado.

  • Sims desarrolló el método basado en los “vectores auto-regresivos” que permiten identificar e interpretar los shocks que sufre la economía y se trasladan sobre distintas variables macroeconómicas. Tales vectores constituyen uno de los instrumentos de las técnicas avanzadas de predicción, introduciendo varias series de manera conjunta, que pueden estar relacionadas entre sí. Para eludir el problema que presenta la utilización de modelos basados en ecuaciones simultáneas, se utilizan los modelos VAR, mediante los cuales, se propone un sistema de tantas ecuaciones como series a analizar o predecir, pero sin distinguir entre variables endógenas y exógenas. Cada variable se explica por los retardos sobre sí misma y por los correspondientes a las demás variables. A partir de ahí, se configura un sistema auto-regresivo de ecuaciones, lo que se conoce como un Vector Auto-regresivo (VAR). La expresión general del modelo es una ecuación que recoge la estimación del comportamiento de una variable predictiva en diferentes períodos; con unos coeficientes alfa y beta, matrices de los coeficientes que deben estimarse; y otro, llamado epsilon, que es un vector representativo de perturbaciones aleatorias, uno por cada ecuación planteada, que debe cumplir algunos supuestos, entre ellos, la ausencia de correlación. Una vez definido el modelo, puede procederse a su estimación de manera consistente mediante un simple ajuste por mínimos cuadrados ordinarios.

  • En relación a la maduración de las decisiones, estima Sims que las adoptadas por los Bancos Centrales en relación a los tipos de interés no tienen un resultado inmediato. Debe esperarse un mínimo de 1-2 años para que se traslade su efecto a los indicadores de precios. Algo similar ocurre con las variaciones del producto interior bruto, que no vuelve a recuperar su normal evolución hasta pasados los dos años.

  • Sims ha expresado su opinión sobre el funcionamiento de la Unión Europea. Sostiene que todos los países deberían compartir las mismas cargas fiscales; que el Banco Central Europeo debería tener competencias adicionales que facilitaran el cumplimiento de sus objetivos, especialmente, en materia de autoridad fiscal; propiciando la capacidad de emisión de títulos de renta fija o la imposición de cargas fiscales a los países. Sin estas capacidades, la Unión Europea tiene, en su opinión, un futuro muy sombrío.

  • Al contrario que Sargent, Sims pertenece a la escuela de pensamiento denominada vulgarmente “de agua salada”, en la que se integra quién recibiera el Nobel anteriormente, Paul Krugman, que si bien advirtió la proximidad de la actual crisis, ha tenido respuestas contradictorias a las soluciones que se han adoptado posteriormente para concitarla.

  • Por último, señalar que Sims se muestra personalmente solidario con el denominado movimiento de los “indignados” en los Estados Unidos. Estima que la irritación que expresan está plenamente justificada al confrontarla con lo que sucede en la economía y en las actuaciones de los políticos, que tienen poco éxito para superarla.
En referencia a los trabajos de ambos economistas, hemos observado algunas críticas a la parte más pura de su Teoría: la que hace referencia a la existencia de información perfecta y a la racionalidad de los agentes económicos, que se han puesto en duda desde el inicio de la crisis financiera. Por otra parte, algunos docentes españoles estiman que se ha premiado a los que han logrado un cuerpo doctrinal interesante, que representa un avance claro, aunque alejado de la realidad y con la convicción que sus posibles efectos se han sobredimensionado.

Por otra parte, Sala i Martín escribió en Twitter que el Premio Nobel era esperado para dos economistas que se han distinguido por su contribución a la desaparición de la economía keynesiana. Edward Glaeser, economista de la Universidad de Harvard, por su parte, estimó que tanto Sims como Sargent colaboraron a la destrucción de la falsa certidumbre de la clásica ortodoxia de los seguidores de Keynes.

Otra corriente, protagonizada por Jonas Kolsrud, Profesor de la Universidad de Uppsala, valora de forma positiva esta investigación aunque considera que deben pasar varios años antes que las conclusiones obtenidas por los premiados pueden tener utilidad práctica para la solución de la crisis.

Sin entrar en la consistencia de las investigaciones que hemos comentado, no hemos de olvidar algo que late en lo más profundo del pensamiento de los agentes económicos: que las expectativas que asumen no tienen errores de forma sistémica, y que si los tuvieren, se ajustan posteriormente. El uso de los modelos matemáticos y estadísticos, como es el tema que comentamos, ayuda a ello, aunque no aseguran, por su extrema dificultad, el acierto pleno en el complejo entorno de las relaciones entre magnitudes macroeconómicas. No olvidamos, a este respecto, lo que ya nos dijera el Premio Nobel Hayek en 1974: que la obtención del mismo confería a los galardonados una autoridad que ninguna persona, singularmente considerada, debería poseer.

Finalmente, indicar que los galardonados, en opinión de la Agencia Thomson Reuters, no estaban en la relación de posibles elegidos, que se centraron en cinco economistas que trabajan en Universidades y Centros de investigación norteamericanos, especialistas en Macro y Econometría.

Los premios Nobel de Economía, con una dotación de diez millones de coronas suecas (algo más de 1,1 millones de euros) cuentan con el patrocinio del Sveriges Riksbank – Banco Central de Suecia – desde 1969 y se entregarán el 10 de diciembre próximo.

Madrid, 11 octubre 2011.
(C) 2011, Rafael Morales - Arce

EVOLUCION DE LOS PREMIOS NOBEL 1901-2010

Desde su creación, a iniciativa de Alfred Nobel, el Premio se ha concedido a 822 personas y 23 organizaciones.

Estados Unidos, con 325 galardonados; Reino Unido, con 117 y Alemania, con 103, son los países más reconocidos. España ha obtenido 7 de ellos, en los campos de la Literatura y la Medicina.

Por su parte, los Premios Nobel de Economía se otorgan desde 1969 y han recaído en las personalidades que se relacionan a continuación.

AÑOS
CONCEDIDO A:
1969
Bagnar FISH (Noruega) y Jan TINBERGEN (Holanda)
1970
Paul SAMUELSON (USA)
1971
Simmon KUZNETS (USA)
1972
John HICKS (Gran Bretaña) y Kenneth ARROW (USA)
1973
Wassily LEONTIEF (USA)
1974
Gunnar MYRDAL (Suecia) y Frederick V.HAYECK (Gran Bretaña)
1975
Leonidas KANTOROVICH (URSS) y Tjaling KOOPMANS (USA)
1976
Milton FRIEDMAN (USA)
1977
James MEADE (Gran Bretaña) y Bertin OHLIN (Suecia)
1978
Herbert SIMMON (USA)
1979
Theodoro SCHULTZ (USA) y Arthur LEWIS (Gran Bretaña)
1980
Lawrence KLEIN (USA)
1981
James TOBIN (USA)
1982
George STGLER (USA)
1983
Gerard DEBREU (USA)
1984
Richard STONE (Gran Bretaña)
1985
Franco MODIGLIANI (USA)
1986
James BUCHANAN (USA)
1987
Robert M. SOLOW (USA)
1988
Maurice ALLAIS (Francia)
1989
Tryvge HAAVELMO (Noruega)
1990
Harry MARKOWITZ, Merton MILLER y William SHARPE (USA)
1991
Ronald COASE (USA)
1992
Gary BECKER (USA)
1993
Douglas NORTH y Robert FOGEL (USA)
1994
John HARSANY, John NASH (USA) y Reinhart SELTEN (Alemania)
1995
Robert LUCAS (USA)
1996
James E. MIRRLEES (U.K.) y William VICKREY (USA)
1997
Robert C. MERTON y Myron S. SCHOLES (USA)
1998
Amartya SEN (India)
1999
Robert A. MUNDELL (Canadá)
2000
James J. HECKMAN y Daniel L. McFADDEN (USA)
2001
George A. AKERLOF, Michael SPENCE y Joseph E. STIGLITZ (USA)
2002
Daniel KAHNEMAN (Israel-USA) y Vernon L. SMITH (USA)
2003
Robert F. ENGLE (USA) y Clive W.J. GRANGER (U.K.)
2004
Finn E. KYDLAND (Noruega) y Edward C. PRESCOTT (USA)
2005
Robert J. AUMANN (Israel/USA) y Thomas C. SCHELLING (USA)
2006
Edmund S. PHELPS (USA)
2007
Leonid HURWICZ (USA), Eric S. MASKIN (USA) y Roger B. MYERSON (USA)
2008
2009
2010
2011
Paul KRUGMAN (USA)
Elinor OSTROM (USA) Y Oliver E. WILLIAMSON (USA)

Peter A. Diamond; Dale R. Mortensen; Cristopher Antoniou Pissarides

Thomas J. Sargent y Cristopher A. Sims (USA)