martes, 29 de enero de 2013

Universidad, Innovación y Sostenibilidad

 
 
La importancia del Consejo Social de las Universidades, viene reconocida en el Título III de la Ley Orgánica 6/2001, como “un órgano de participación de la sociedad en las universidades”.
Al  Consejo Social de la UNED le corresponde, entre otras competencias, la supervisión de las actividades de carácter económico de la universidad y del rendimiento de sus servicios. Promover la colaboración de la sociedad en la financiación de la universidad y las relaciones con su entorno cultural, profesional, económico y social al servicio de la calidad de la actividad universitaria, o aprobar las cuentas anuales de la universidad y de las entidades que de ella puedan depender.

Se cumple ya  más de un año en el que El Consejo Social de la UNED presidido por César Alierta  y  en colaboración con la Fundación Telefónica, inició una reflexión  a través de unas jornadas en las que se abordaba la necesidad de cambiar el modelo productivo para alcanzar un crecimiento sostenido, desde el punto de vista económico, social y medioambiental. En estas jornadas, cuyo primer hito se celebró en enero de 2012,  se incidió especialmente en el papel que debe y puede jugar la universidad y las nuevas tecnologías, como herramientas fundamentales y dinamizadoras de este cambio de modelo productivo.
 
Con esta finalidad el Consejo Social de la UNED ha propiciado una serie de Foros especializados; el  Foro destinados a miembros del Consejo Social,  a Expertos y un último  Foro de Debate Abierto para los usuarios de Internet, que estén interesados en participar.

 
Este foro virtual pretende ser un “think tank” que actué de nexo entre dos jornadas presenciales, la ya celebrada en enero de 2012 y la que tendrá lugar durante el próximo mes de mayo de 2013, cuya hoja de ruta se diseñará en base a las aportaciones surgidas del mismo.
 
César Alierta, Presidente del Consejo Social de la UNED, y Presidente Ejecutivo de Telefónica S.A., que considera un binomio inseparable la relación Universidad - Empresa, ”como herramienta de incalculable valor para desarrollar y profundizar en este vínculo, especialmente importante para nuestro mercado laboral”,  expone los planteamientos que sugieren la necesidad de un cambio en el modelo productivo.

Pregunta.- Los debates sobre ”Cambio de Modelo Productivo” propiciados por el Consejo Social de la UNED, que Vd. preside, van a abordar una temática compleja -se trata de encontrar nuevos caminos de evolución para la sociedad española que entre otras cosas hagan a nuestro país viable y sostenible-, no existen conocimientos formales sobre los que basar  posibles medidas y actuaciones, además se desarrollarán en el escenario de una crisis profunda en la que el alto desempleo y las crecientes desigualdades están amenazando la marcha del país y su estabilidad. ¿Llegan a tiempo estos debates?

Respuesta.- Creo que es necesario avanzar en un proceso de reflexión profundo y serio sobre cómo impulsar un modelo productivo sostenible e innovador, que nos permita desarrollarnos como sociedad y evitar volver a caer en errores del pasado.

Estoy convencido de la necesidad de crear un espacio abierto a toda la sociedad, en el que se pueda establecer una “inteligencia colectiva” y volcar diversas opiniones y propuestas.

La transformación del modelo productivo, que ya hemos empezado a acometer en España, ha venido precedido por una serie de desequilibrios en nuestra economía que han puesto en evidencia la necesidad de reformas. España está ajustando los desequilibrios pasados y, de hecho, más del 50% de la competitividad perdida en la última década ya ha sido recuperada. No me cabe duda de que estamos en el camino correcto a seguir.

P.- Muchas voces vienen reclamando un “Cambio del Modelo Productivo”, sin que se entienda muy bien, en el conjunto de la sociedad, qué se quiere decir exactamente con eso, ni en qué consiste, ni en qué plazos podrá implementarse. Vd. ha afirmado en alguna ocasión que “Ni éramos tan buenos hace unos años ni somos tan malos ahora. Esto no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que la demanda interna se ha ido abajo por la construcción y por el sector inmobiliario. Si la construcción y el sector inmobiliario ya no serán nunca más el motor de la economía, ¿Cuáles serán los sectores emergentes?

Respuesta.- Como decía anteriormente, si estamos hablando de cambio de modelo productivo es porque hemos vivido y aún estamos viviendo ciertos desequilibrios macroeconómicos. Pero los fundamentos de nuestra economía ni eran malos antes, ni lo son ahora, y especialmente si los comparamos con nuestros vecinos europeos. En cuanto a los sectores emergentes, hay sectores como el de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), que dada su transversalidad debe adquirir un peso aún mayor del que detenta hoy día.

Las TIC tienen la peculiaridad de ejercer de catalizador para el resto del tejido productivo. Este sector facilita la accesibilidad a herramientas necesarias para colaborar, crear valor y competir, permitiendo a la sociedad y las empresas participar en la innovación y la creación de riqueza dentro de cada sector de la economía.

Con la incorporación inteligente de las TIC a todos los sectores de un país, indudablemente se crean las condiciones necesarias para aumentar la productividad del conjunto de la economía. De hecho, es una de las principales palancas que tenemos para mejorar la competitividad de un país y facilitar la consecución del crecimiento económico.

Pero no debemos intentar construir todo desde la nada. Debemos aprovechar nuestras fortalezas, que las tenemos, como el turismo por ejemplo, y potenciar otras ramas que no pueden caer en el olvido: no podemos perder nuestro tejido industrial. Hay que trabajar para hacerlo más productivo y competitivo. La capacidad emprendedora y la innovación deben convertirse en elementos centrales de nuestro desempeño.

P.- Desde su experiencia de gestión en compañías como Tabacalera, Altadis,  o más recientemente Telefónica, ¿qué papel juega la globalización en una estrategia empresarial de éxito?

Respuesta.- En mi experiencia, la globalización hace tiempo que dejó de ser un estrategia. La globalización es el camino. Las grandes empresas españolas han llevado a cabo un proceso de internacionalización exitoso durante los últimos años y deben ejercer como “tractoras” de las pymes españolas, sirviendo de modelo y creando oportunidades en el exterior que puedan ser aprovechadas por las pymes.

Indudablemente, la globalización, ha sido y está siendo un factor determinante del éxito empresarial español en los últimos 20 años. Sirva para ilustrar este punto que más del 60% de los ingresos de las empresas del IBEX 35 provienen ya de fuera de España, más del 75% en el caso de Telefónica. No se trata de no apostar por el mercado nacional, sino de alcanzar una mayor escala y una mayor diversificación. De hecho, la globalización está siendo una de las principales palancas para la recuperación económica, que ya estamos empezando a vislumbrar.

P.- Como Presidente del Consejo Social de la UNED es un privilegiado conocedor de la realidad universidad – empresa. ¿Se produce una optimización de recursos equilibrada entre ambas organizaciones? En otras palabras, ¿se gestionan adecuadamente los activos intangibles del capital intelectual?

Respuesta.- En España se ha avanzado mucho en este camino, pero creo indispensable hacer un esfuerzo aún mayor. La relación entre el mundo universitario y el empresarial debe convertirse en un elemento capital del nuevo modelo productivo. La universidad es un elemento clave por su capacidad de investigación e innovación y hay que conseguir fomentar e impulsar esas capacidades para que sus efectos se trasladen al ámbito empresarial.
 
Si algo nos va a definir como sociedad en un futuro próximo y nos va a diferenciar dentro de un mundo cada vez más global y competitivo, es la calidad en la formación de nuestros profesionales. A este respecto, las empresas no podemos encontrar mejores aliados que las universidades de calidad, de donde va a salir el talento que hará posible la transformación de la que hablábamos. En España tenemos la suerte de contar con centros formativos de altísima calidad y creo que no tenemos nada que envidiar en este sentido a otros países.
 
 P.- A las universidades se les suele reprochar desde el mundo empresarial, en muchas ocasiones, una cierta distorsión entre sus planes formativos y la realidad y necesidades de los mercados en que compiten las empresas. Además de la Presidencia del Consejo Social de la UNED, Vd. mantiene una vinculación con el mundo de la formación empresarial como miembro del Board of Overseers de la Columbia Business School. ¿Se puede abordar un Cambio del Modelo Productivo sin corregir estas distorsiones? ¿Qué aportaciones concretas pueden realizar las empresas para ayudar a corregir estas desviaciones, afinando en la orientación de los planes formativos?
 
Respuesta.- Sinceramente creo que la conexión entre Universidad y Empresa es cada vez mayor y más fluida. Debemos profundizar en la creación de espacios comunes en los que universidades y empresas puedan colaborar y poner en común estrategias y visiones que permitan alcanzar una mayor optimización de la gestión del capital humano. No es sólo una labor de universidades y empresas, sino que las políticas implementadas desde la esfera pública deben tener en cuenta este objetivo y ubicarlo en el centro de sus actuaciones.
 
Desde mi punto de vista, una posible área de mejora, es la capacitación tecnológica de la sociedad en su conjunto. Asimismo, es muy importante que el espíritu emprendedor se vea reflejado y fomentado en los planes de estudio, adaptando lo que se enseña a la realidad de las empresas.
 
 
En este sentido, la creación de redes globales interconectadas entre centros de investigación, universidades y empresas es una herramienta de incalculable valor para desarrollar y profundizar en este vínculo, especialmente importante para nuestro mercado laboral.
 
Isabel Quiñones
 

lunes, 14 de enero de 2013

El aprendizaje como elemento clave


Organizado por la UNED y el  Internacional Council for Distance Education (ICDE) tendrán lugar del 7 al 9 de marzo en Madrid unas jornadas  cuyo objetivo primordial es reunir a instituciones de educación superior  a distancia y presenciales,  a  la vez que crear un espacio donde los distintos estamentos vinculados con la enseñanza, los políticos, los actores sociales y económicos puedan colaborar e implicarse en la generación  y transferencia de conocimientos orientado a la consecución de sociedades competitivas  plurales y abiertas.
Por lo tanto esta Conferencia Internacional constituye un espacio donde el conjunto de los participantes puedan llegar a acuerdos sobre  proyectos de cooperación en  materia de investigación, asesoramiento y evaluación.
El tema central de la Conferencia  es” La movilización de  Educación a Distancia para la Justicia Social y la Innovación” y aborda una de las prioridades actuales de  organismos internacionales como la UNESCO , “Educación para Todos”Metas Educativas XXI”, la “OEI y la Unión Europea” o “2020 Programa Horizon”.

Fernando Monge, Vicerrector Adjunto de Relaciones Internacionales UNED y miembro del Comité Científico y de Organización del Congreso UNED-ICDE, reflexiona sobre los objetivos que persigue este Congreso.

Pregunta.- La Conferencia Internacional UNED-ICDE (Consejo Internacional de Educación Abierta y a Distancia) es promovida por dos instituciones de educación a distancia, sin embargo sus objetivos no se limitan a este campo de la educación y pretende  reunir, en general,  a instituciones de educación superior. ¿Responde esta invitación a que el uso generalizado de tecnologías de la información por todo tipo de instituciones educativas –no solo por las específicas de enseñanza abierta y/o a distancia- engloba ya a todas en el campo de las enseñanzas virtuales, o pretende otro alcance?


Respuesta.- Creo que el impacto creciente de las nuevas tecnologías de la información y comunicación está haciendo evidente varios aspectos que nunca debimos olvidar: que las instituciones educativas no ostentan el monopolio de la enseñanza ya que en cualquier sociedad el aprendizaje es un elemento clave; y que las instituciones educativas, si quieren ser algo, deben ser lo más abiertas y justas posibles.



Las nuevas tecnologías de la información y comunicación están borrando de un modo acelerado las fronteras que existen entre las instituciones educativas y las numerosas iniciativas educativas que surgen de modo más o menos espontáneo gracias a Internet. Este proceso de destrucción de fronteras entre unas instituciones educativas creadas de arriba abajo, con las iniciativas surgidas de la red, de abajo arriba; se ve complementado con la erosión de las diferencias que existían entre la educación a distancia y/o virtual, y la educación presencial tradicional.

P.- El objetivo de la Conferencia es ofrecer un escenario en el que agentes sociales, económicos y políticos, junto con los actores académicos, puedan colaborar en la manera más idónea para la transferencia del conocimiento de forma exitosa e inteligente “orientado a la construcción de sociedades inclusivas” en el marco de “la Justicia Social y la Innovación”, que es el tema elegido para la conferencia. En el escenario de una crisis económica global, ¿son conciliables los objetivos de Justicia Social e Innovación con los recursos disponibles?

R.- Lo son sin lugar a dudas. Muchas de las iniciativas surgidas fuera de las Instituciones de Educación lo están demostrando con toda claridad, y no me refiero exclusivamente a iniciativas como Wikipedia, sino, también, a los foros de consumidores donde cualquier persona con acceso a la red puede informarse de un modo independiente sobre la calidad y precio de productos específicos; o las llamadas Primaveras Árabes, que no se pueden comprender sin el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. En el mundo de las instituciones educativas somos muy conscientes de esas transformaciones, y queremos ser capaces de liderar desde la educación la construcción colectiva de una sociedad más justa socialmente e innovadora, sin embargo no basta con la creatividad y entusiasmo que muestran la gran mayoría de las Universidades y, sin duda, la UNED, es necesario contar con un mayor respaldo económico y político que no esté hipotecado por visiones miopes o de beneficio político y económico a corto plazo. Las necesidades educativas del mundo en el que vivimos son ingentes, cada vez mayores, y deben ser muy flexibles y dinámicas sin olvidar que las transformaciones deben orientarse a construir una sociedad más justa. Los mejores evaluadores de nuestra actividad son los y las estudiantes.


P.-  La Conferencia aborda una de las prioridades actuales de los organismos internacionales, como es el caso de la iniciativa Educación para Todos (EPT) auspiciada por la UNESCO y adquirida como compromiso mundial desde el Foro de Dakar en el año 2000. En los cinco ámbitos que esta organización de Naciones Unidas centra sus actividades fundamentales: diálogo sobre políticas, seguimiento, sensibilización, movilización para recaudar fondos y aumento de las capacidades; en su opinión, ¿Cuál considera que se encuentra más debilitada en vísperas de la Conferencia? 

R.- Todos son esenciales y por eso hemos estructurado este Congreso Internacional en torno a cinco ejes temáticos que abordan todos los ámbitos mencionados. Me temo que el mayor problema en estos momentos no es el económico, que es muy grave, sino el modo en que esos aspectos se interrelacionan. Faltan diálogos sobre políticas educativas que hagan honor al verdadero significado de la palabra política; la sensibilización social es grande pero no parece capaz en estos momentos de movilizarse a favor de un gran proyecto colectivo e inclusivo, muchas fuerzas juegan en contra de los movimientos de base, entre ellos numerosos medios de comunicación. Es esta situación general la que parece legitimar los recortes presupuestarios cada vez más despiadados que están imponiendo las administraciones públicas no sólo en España sino en muchos países de la Unión Europea.

P.-   En Dakar, 164 gobiernos del mundo se comprometieron, hace ya 12 años, a hacer realidad la EPT y definieron seis objetivos que debían alcanzarse antes del año 2015. Uno de ellos, el tercero, hacía referencia a que “las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos se satisfagan mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y a programas de preparación para la vida activa”. Si atendemos a los últimos informes de las autoridades europeas, en materia educativa, en lo que atañe a nuestro país es ciertamente decepcionante. ¿Ve factible, realmente, aproximarnos siquiera a ese objetivo antes de la fecha comprometida? ¿Qué está fallando? 
R.- Lo veo muy difícil por distintos motivos. No hay que olvidar que la situación educativa, la institucionalización y la universalidad del sistema público de educación en España era bastante peor que la que tenían otros países de Europa. Durante las últimas décadas hemos quemado muchas etapas y las diferencias con respecto a los países con los que nos queremos comparar han disminuido. Cuanto más cerca estemos de los objetivos más difícil será mejorar. Los países en desarrollo de las llamadas economías emergentes tienen muy claro que uno de los motores esenciales para el desarrollo se estructura en torno a la educación. La educación es una de las herramientas esenciales para alcanzar una sociedad más justa y abierta. Ése y no los omnipresentes rankings de universidades es uno de los criterios esenciales que una universidad pública debe tener. En la UNED tenemos claro que nuestra vocación social es sinónimo y está asociada a la innovación. A menudo se confunde calidad con excelencia, es una ecuación falsa, por eso tendemos a minusvalorar el papel de las Universidades y otras instituciones de educación. En este Congreso aprenderemos mucho de los programas y perspectivas de muchos países de América Latina, Asia y África que han optado por hacer la EPT y la Enseñanza continuada a lo largo de toda la vida un objetivo central de sus políticas.

P.-    La Conferencia también pretende abordar prioridades recogidas en el ámbito regional europeo en programas como “Horizon 2020” que pretende elevar el nivel de excelencia de la ciencia europea para garantizar un flujo constante de investigación de clase mundial y, en definitiva, la competitividad de Europa a largo plazo. En el campo de la investigación científica, en España, ecos de este programa como “apoyo a las personas más talentosas y creativas y sus equipos”, “financiar la investigación y la innovación mediante el apoyo a tecnologías futuras y emergentes”, “proporcionar a los investigadores oportunidades de desarrollo profesional”, “infraestructuras de investigación accesibles a todos los investigadores en Europa y más allá”,… resultan muy difíciles de tomarse en serio observando la realidad cotidiana. ¿Nos encontramos frente a meras declaraciones de principios o ante la posibilidad cierta de conseguir metas realizables?

R.- Ojalá fueran meras declaraciones de principios. No quiero decir que sea bueno escuchar todos los días esas declaraciones de principios en boca de nuestros políticos, de hecho no me parecen buenas las declaraciones que no se acompañan con los hechos. Todos sabemos que esas declaraciones se acompañan de recortes económicos y medidas que niegan esos sonoros actos de fe. Ya he comentado más arriba que la calidad no se debe confundir con la excelencia. El verdadero problema es que a menudo se invoca a la excelencia como argumento que legitima que no se desarrollen o planteen como prioritarios programas de educación de calidad para todos.

Isabel Quiñones 


                    María Teresa Aguado, Vicerrectora de Internacionalización y Cooperación (UNED)