lunes, 14 de enero de 2013

El aprendizaje como elemento clave


Organizado por la UNED y el  Internacional Council for Distance Education (ICDE) tendrán lugar del 7 al 9 de marzo en Madrid unas jornadas  cuyo objetivo primordial es reunir a instituciones de educación superior  a distancia y presenciales,  a  la vez que crear un espacio donde los distintos estamentos vinculados con la enseñanza, los políticos, los actores sociales y económicos puedan colaborar e implicarse en la generación  y transferencia de conocimientos orientado a la consecución de sociedades competitivas  plurales y abiertas.
Por lo tanto esta Conferencia Internacional constituye un espacio donde el conjunto de los participantes puedan llegar a acuerdos sobre  proyectos de cooperación en  materia de investigación, asesoramiento y evaluación.
El tema central de la Conferencia  es” La movilización de  Educación a Distancia para la Justicia Social y la Innovación” y aborda una de las prioridades actuales de  organismos internacionales como la UNESCO , “Educación para Todos”Metas Educativas XXI”, la “OEI y la Unión Europea” o “2020 Programa Horizon”.

Fernando Monge, Vicerrector Adjunto de Relaciones Internacionales UNED y miembro del Comité Científico y de Organización del Congreso UNED-ICDE, reflexiona sobre los objetivos que persigue este Congreso.

Pregunta.- La Conferencia Internacional UNED-ICDE (Consejo Internacional de Educación Abierta y a Distancia) es promovida por dos instituciones de educación a distancia, sin embargo sus objetivos no se limitan a este campo de la educación y pretende  reunir, en general,  a instituciones de educación superior. ¿Responde esta invitación a que el uso generalizado de tecnologías de la información por todo tipo de instituciones educativas –no solo por las específicas de enseñanza abierta y/o a distancia- engloba ya a todas en el campo de las enseñanzas virtuales, o pretende otro alcance?


Respuesta.- Creo que el impacto creciente de las nuevas tecnologías de la información y comunicación está haciendo evidente varios aspectos que nunca debimos olvidar: que las instituciones educativas no ostentan el monopolio de la enseñanza ya que en cualquier sociedad el aprendizaje es un elemento clave; y que las instituciones educativas, si quieren ser algo, deben ser lo más abiertas y justas posibles.



Las nuevas tecnologías de la información y comunicación están borrando de un modo acelerado las fronteras que existen entre las instituciones educativas y las numerosas iniciativas educativas que surgen de modo más o menos espontáneo gracias a Internet. Este proceso de destrucción de fronteras entre unas instituciones educativas creadas de arriba abajo, con las iniciativas surgidas de la red, de abajo arriba; se ve complementado con la erosión de las diferencias que existían entre la educación a distancia y/o virtual, y la educación presencial tradicional.

P.- El objetivo de la Conferencia es ofrecer un escenario en el que agentes sociales, económicos y políticos, junto con los actores académicos, puedan colaborar en la manera más idónea para la transferencia del conocimiento de forma exitosa e inteligente “orientado a la construcción de sociedades inclusivas” en el marco de “la Justicia Social y la Innovación”, que es el tema elegido para la conferencia. En el escenario de una crisis económica global, ¿son conciliables los objetivos de Justicia Social e Innovación con los recursos disponibles?

R.- Lo son sin lugar a dudas. Muchas de las iniciativas surgidas fuera de las Instituciones de Educación lo están demostrando con toda claridad, y no me refiero exclusivamente a iniciativas como Wikipedia, sino, también, a los foros de consumidores donde cualquier persona con acceso a la red puede informarse de un modo independiente sobre la calidad y precio de productos específicos; o las llamadas Primaveras Árabes, que no se pueden comprender sin el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. En el mundo de las instituciones educativas somos muy conscientes de esas transformaciones, y queremos ser capaces de liderar desde la educación la construcción colectiva de una sociedad más justa socialmente e innovadora, sin embargo no basta con la creatividad y entusiasmo que muestran la gran mayoría de las Universidades y, sin duda, la UNED, es necesario contar con un mayor respaldo económico y político que no esté hipotecado por visiones miopes o de beneficio político y económico a corto plazo. Las necesidades educativas del mundo en el que vivimos son ingentes, cada vez mayores, y deben ser muy flexibles y dinámicas sin olvidar que las transformaciones deben orientarse a construir una sociedad más justa. Los mejores evaluadores de nuestra actividad son los y las estudiantes.


P.-  La Conferencia aborda una de las prioridades actuales de los organismos internacionales, como es el caso de la iniciativa Educación para Todos (EPT) auspiciada por la UNESCO y adquirida como compromiso mundial desde el Foro de Dakar en el año 2000. En los cinco ámbitos que esta organización de Naciones Unidas centra sus actividades fundamentales: diálogo sobre políticas, seguimiento, sensibilización, movilización para recaudar fondos y aumento de las capacidades; en su opinión, ¿Cuál considera que se encuentra más debilitada en vísperas de la Conferencia? 

R.- Todos son esenciales y por eso hemos estructurado este Congreso Internacional en torno a cinco ejes temáticos que abordan todos los ámbitos mencionados. Me temo que el mayor problema en estos momentos no es el económico, que es muy grave, sino el modo en que esos aspectos se interrelacionan. Faltan diálogos sobre políticas educativas que hagan honor al verdadero significado de la palabra política; la sensibilización social es grande pero no parece capaz en estos momentos de movilizarse a favor de un gran proyecto colectivo e inclusivo, muchas fuerzas juegan en contra de los movimientos de base, entre ellos numerosos medios de comunicación. Es esta situación general la que parece legitimar los recortes presupuestarios cada vez más despiadados que están imponiendo las administraciones públicas no sólo en España sino en muchos países de la Unión Europea.

P.-   En Dakar, 164 gobiernos del mundo se comprometieron, hace ya 12 años, a hacer realidad la EPT y definieron seis objetivos que debían alcanzarse antes del año 2015. Uno de ellos, el tercero, hacía referencia a que “las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos se satisfagan mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y a programas de preparación para la vida activa”. Si atendemos a los últimos informes de las autoridades europeas, en materia educativa, en lo que atañe a nuestro país es ciertamente decepcionante. ¿Ve factible, realmente, aproximarnos siquiera a ese objetivo antes de la fecha comprometida? ¿Qué está fallando? 
R.- Lo veo muy difícil por distintos motivos. No hay que olvidar que la situación educativa, la institucionalización y la universalidad del sistema público de educación en España era bastante peor que la que tenían otros países de Europa. Durante las últimas décadas hemos quemado muchas etapas y las diferencias con respecto a los países con los que nos queremos comparar han disminuido. Cuanto más cerca estemos de los objetivos más difícil será mejorar. Los países en desarrollo de las llamadas economías emergentes tienen muy claro que uno de los motores esenciales para el desarrollo se estructura en torno a la educación. La educación es una de las herramientas esenciales para alcanzar una sociedad más justa y abierta. Ése y no los omnipresentes rankings de universidades es uno de los criterios esenciales que una universidad pública debe tener. En la UNED tenemos claro que nuestra vocación social es sinónimo y está asociada a la innovación. A menudo se confunde calidad con excelencia, es una ecuación falsa, por eso tendemos a minusvalorar el papel de las Universidades y otras instituciones de educación. En este Congreso aprenderemos mucho de los programas y perspectivas de muchos países de América Latina, Asia y África que han optado por hacer la EPT y la Enseñanza continuada a lo largo de toda la vida un objetivo central de sus políticas.

P.-    La Conferencia también pretende abordar prioridades recogidas en el ámbito regional europeo en programas como “Horizon 2020” que pretende elevar el nivel de excelencia de la ciencia europea para garantizar un flujo constante de investigación de clase mundial y, en definitiva, la competitividad de Europa a largo plazo. En el campo de la investigación científica, en España, ecos de este programa como “apoyo a las personas más talentosas y creativas y sus equipos”, “financiar la investigación y la innovación mediante el apoyo a tecnologías futuras y emergentes”, “proporcionar a los investigadores oportunidades de desarrollo profesional”, “infraestructuras de investigación accesibles a todos los investigadores en Europa y más allá”,… resultan muy difíciles de tomarse en serio observando la realidad cotidiana. ¿Nos encontramos frente a meras declaraciones de principios o ante la posibilidad cierta de conseguir metas realizables?

R.- Ojalá fueran meras declaraciones de principios. No quiero decir que sea bueno escuchar todos los días esas declaraciones de principios en boca de nuestros políticos, de hecho no me parecen buenas las declaraciones que no se acompañan con los hechos. Todos sabemos que esas declaraciones se acompañan de recortes económicos y medidas que niegan esos sonoros actos de fe. Ya he comentado más arriba que la calidad no se debe confundir con la excelencia. El verdadero problema es que a menudo se invoca a la excelencia como argumento que legitima que no se desarrollen o planteen como prioritarios programas de educación de calidad para todos.

Isabel Quiñones 


                    María Teresa Aguado, Vicerrectora de Internacionalización y Cooperación (UNED)


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