jueves, 23 de abril de 2009

EL DEFENSOR UNIVERSITARIO. Faustino Fernández-Miranda, primer Defensor Universitario de la UNED

En Europa la institución del Defensor Universitario tiene sus raíces en la figura del Ombudsman que en España conocemos como el Defensor del Pueblo y en las análogas instituciones autonómicas establecidas tras la Constitución de 1978. Se comparte con todas ellas los principios de independencia, confidencialidad, transparencia y defensa de los derechos como garante de la igualdad de las personas. Tras la entrada en vigor, en 1983, de la L.R.U. algunas universidades españolas, en uso de su autonomía, establecieron la figura del Defensor Universitario, aunque no fue hasta mediados de la década de los noventa cuando la institución empezó a extenderse. La aprobación en 2001 de la LOU introdujo de forma obligatoria esta institución en la estructura organizativa de las universidades, lo cual ha supuesto que en la actualidad la institución esté funcionando en más de 50 universidades públicas y privadas en nuestro país, lo que representa más del 80% del total de las existentes.

Existe también una red europea (ENOHE), organizadora de Congresos anuales que facilita los contactos e intercambios de experiencias entre titulares de la misma. España es el país de la Unión Europea que ofrece una mayor presencia y tradición de la institución, habiéndose convertido en referencia innovadora en la construcción del Espacio Europeo de Educación Superior.

En la UNED, en el pleno del Claustro celebrado el 17 de diciembre de 2006, se llevó a cabo la elección del primer titular del cargo, Faustino Fernández-Miranda Alonso, que es quien actualmente lo desempeña, tomando posesión el día 19 de enero de 2007.

Cálido, cercano, amable. Así es y así se muestra a lo largo de toda la entrevista el Primer Defensor Universitario de la UNED, que tomó posesión de su cargo en 2007, el mismo año en el que se proclamó en Segovia el manifiesto a favor del Defensor Universitario, conocido como " Manifiesto de la Granja". Allí se pedía algo que Fernández Miranda aprecia mucho: los recursos y medios necesarios para consolidar esta institución y sobre todo para garantizar su independencia "Sin independencia, esta figura no se puede concebir", afirma una y otra vez el Defensor, es la clave de arco de la institución, del Defensor Universitario. Aunque esa independencia ya está declarada en los estatutos, hay que llevarla a la práctica. El Defensor, es y debe ser, no solo independiente del poder ejecutivo o el poder político de la universidad, de su Rectorado. Es que es independiente también del resto de órganos y personas. “Sin independencia esta figura perdería todo su significado. Para mi este aspecto es prioritario"

Mediador por naturaleza, Faustino Fernández Miranda, en el último informe anual, elaborado por su Oficina, afirma que la problemática que tiene entrada en la misma, se puede homologar con la de otras universidades presénciales, aún a pesar de las consultas derivadas de las singularidades propias de la UNED "la mediación es fundamental, pero no nos debemos engañar, añade, porque mediar no significa no resolver. De lo que la Oficina puede estar orgullosa, es que desde el principio hemos luchado contra el silencio administrativo. En una labor previa a la tramitación de una queja, se recuerda la obligación de resolver. Se le recuerda a los distintos órganos de la casa y en todo tipo de materias, porque el silencio administrativo no es un modo de contestar. Hay que responder”.

Nos aclara. El elevado porcentaje de alumnos que en el mencionado informe recurren al Defensor del Universitario, en relación a otros estamentos, "no es porque el alumnado se queje mucho, es que es lógico, porque los alumnos son los destinatarios principales del servicio público que prestamos. Si hay una dificultad en la gestión, en un funcionamiento, el que lo padece es el alumno y no podemos olvidar que la UNED cuenta con unos doscientos mil alumnos”.

Que la Oficina del Defensor Universitario, es un Órgano Consultivo y no Ejecutivo, es algo que quiere dejarnos muy claro este jurista. "El único instrumento del que disponemos, en el caso de que se observe, al tramitar un caso, una vulneración de derechos y libertades de algún miembro de la comunidad universitaria, y una vez agotadas las vías de reclamación y de recurso, dentro de la Universidad, es la recomendación. Recomendación al Órgano supremo de la Universidad, para que justifique su actuación. Y hasta el momento, siempre que se ha requerido lo ha hecho”.

Rapidez, eficacia y eficiencia son los pilares sobre los que Fernández Miranda fundamenta su actuación, puesto que un 80% de consultas se resuelven con gran celeridad "localizar cual es la clave para resolver el problema, es fundamental”, afirma. Y eso, se consigue también, gracias a un excelente equipo como el que tiene la Oficina del Defensor de la UNED. Comparando datos del 2008 con los del 2009, la rapidez en la tramitación, ha avanzado de un modo sustancial, porque indudablemente la experiencia también favorece el proceso, puesto que los casos tienden a repetirse.

Aunque hay que distinguir, cuando llega una queja que tiene un trasfondo jurídico. Ahí la rapidez es mala consejera...

La recopilación de la casuística que motivan las consultas, quejas y mediaciones, le posicionan en una privilegiada atalaya, desde la que poder observar una amplia panorámica del conjunto de la universidad. Atalaya que el Defensor de la UNED define como "el gran servicio que, modestamente, puede prestar la Oficina a la Universidad en la detección de problemas estructurales, que desde ningún organismo ejecutivo, o de otra naturaleza, se percibe. Es curioso observar como, a través de las quejas, hemos detectado fallos estructurales, de los que no eran conscientes ni los propios órganos de gobierno, ni los distintos órganos afectados".

El Defensor Universitario de la UNED, Faustino Fernández Miranda, pasará a la Historia de la Universidad, como el primero que ostentó este cargo. Un cargo de futuro para un docente con un brillante pasado académico. Que aboga por "insertar esta figura dentro del Sistema de Calidad, pero sin olvidar su independencia. No va a sustituir a los órganos de calidad que debe establecer por imperativo legal la propia universidad, pero esta independencia de la figura del Defensor le da una naturaleza distinta: de observador cualificado, distante de los órganos, inmerso en las situaciones y vigilante de las actuaciones".

Fernández Miranda, docente, jurista, Defensor del Universitario de la UNED, simpático y "asturiano ejerciente" como él se define. Del Conceyu de Salas.Que piensa que afirmar que Asturias es España y lo demás tierra conquistada es una exageración, pero... no se resiste a apostillar "algo de eso hay”.

(Escuche la entrevista completa desde el siguiente enlace)



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