domingo, 8 de noviembre de 2009

Con orgullo y pasión

UMD: Una visión moderna y democrática del ejército. La UNED y el Instituto Universitario Gutiérrez Mellado analizan el papel de esta agrupación de militares en la Transición.

Tres comandantes, y nueve capitanes pertenecientes a los tres ejércitos de las Fuerzas Armadas españolas, elaboraron en Barcelona el 1 de septiembre de 1974, el ‘ideario de la UMD’. Un movimiento argumentado, según reza el primer punto de este ideario, en ‘el completo divorcio existente entre la España real y el sistema totalitario que la gobierna, preocupado únicamente por su permanencia, está haciendo jugar a las Fuerzas Armadas el papel de guardián de los interese del actual régimen, y no del pueblo español. Por eso, la UMD, consciente de esta situación aspira a que el ejército se ponga exclusivamente al servicio del pueblo, recobrando su prestigio y dignidad’.

"Los siete primeros expulsados del ejército, pertenecientes a la UMD, el día del Consejo de Guerra"
Treinta y cinco años después, en el Instituto de la UNED, General Gutiérrez Mellado, en un acto organizado por la Fundación Largo Caballero, presidido por Santos Castro, Director General de Relaciones Institucionales del Mº de Defensa, el Rector de la UNED Juan Gimeno, Miguel Requena, Director del IUGM y Jesús Pérez, Director de la Fundación, se abordó el papel histórico que la UMD desempeñó en los inicios de la Transición en España hasta su definitiva disolución en junio de 1977 y su influencia en la pacífica inserción del ejército español en el nuevo régimen democrático.

Un papel que, echando la vista atrás, no fue nada fácil, como recuerda Gabriel Cardona, antes militar, fundador de la UMD, que abandonó el ejército tras el golpe del 23-F, hastiado y avergonzado. Ahora, ya no pelea en foros militares sino en académicos. Está vinculado a la Universidad de Barcelona. Al recordar, le restaña todavía la herida: ‘los de la UMD, fuimos encerrados, expulsados, injuriados, pero los que quedamos, seguimos pensando que las ideas son más importantes que los hombres. Que la democracia está muy por encima de los políticos. Nosotros, solo pretendíamos servir al pueblo, no a los políticos y conseguir que este tuviera todas sus libertades’
Libertades que también persiguieron otros. Para Santos Castro, Director General de Relaciones Institucionales del Mº de Defensa, “fueron fundamentales también, en el momento que se estaba viviendo, actuaciones como la del Padre Llanos, la de los sindicatos, los movimientos vecinales o los partidos políticos’.Voces para el recuerdo recuperado. Grabaciones sonoras realizadas por el equipo de Pilar Díaz, investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid, que ha recogido en boca de los protagonistas de este movimiento militar el sabor amargo de haber sido vistos como traidores y el orgullo actual de haber pertenecido a la UMD. Orgullo envuelto en modestia, como la de Fernando Reinleim, militar y periodista, al afirmar con toda convicción que ‘el papel de la UMD se limitó a poner un grano de arena más. No fue el motor de ningún cambio. Había muchos estamentos en la sociedad que pensaban como nosotros. Pero en, nuestro caso quizá por ser militares, se produjo un hecho curioso: ni siquiera los mandos sabían el nivel de influencia de la UMD, ni el número de afiliados que teníamos. Esto, quizá nos concedió más valor y nos hizo más potentes de lo que en verdad éramos, considerando el número de miembros que realmente teníamos y que se reducía a unos doscientos.’
Pero la consecuencia nefasta llegó posteriormente, cuando en el verano de 1975 fueron detenidos los principales líderes de la organización y el 8 de marzo de 1976 se inició el juicio, en el acuartelamiento de Hoyo de Manzanares, contra nueve detenidos que fueron condenados a 43 años de cárcel en conjunto y, en el caso de siete de ellos, a la pena accesoria de expulsión del ejército.
Posteriormente llegó la amnistía, al acceder Juan Carlos al trono, pero no la recuperación de las carreras de los expulsados del ejército.
En la actualidad, la percepción política de este grupo de ‘úmedos’ – como eran llamados – ha cambiado sustancialmente y existe un reconocimiento unánime a su sacrificio personal y profesional.

En este acto celebrado en el Instituto General Gutiérrez Mellado, Juan Gimeno, rector de la UNED quiso expresar ‘el agradecimiento a unos ciudadanos que tomaron un compromiso con la democracia, aunque el reconocimiento de este compromiso sea demasiado pobre y llegue demasiado tarde, como en el caso del recientemente fallecido Rafael Tejero Casajús. Deseamos por tanto, que a través de la UNED, del IUGM y de investigaciones como la realizada por la Fundación Largo Caballero, se colabore en dar a conocer el verdadero espíritu de nuestras Fuerzas Armadas.’
Empezando por la izquierda: Miguel Requena: Director del Instituto General Gutiérrez mellado; Juan Gimeno: Rector de la UNED; Santos Castro: Dir.Gral. de Relaciones Institucionales del Mº de Defensa; Jesús Pérez : Pte. de la Fundación Largo Caballero

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