El fenómeno del exilio y la emigración, era contemplado como algo lejano y propio más de los S.XIX y XX que de este S.XXI, al que se puede decir que está golpeando con gran fuerza. Y aunque el aspecto social del migrador haya variado sustancialmente, las circunstancias que lo provocan siguen siendo similares.
El Centro de Estudios de Migraciones y Exilios de la UNED (CEME) y la Asociación Española de Cine e Imagen Científicos (ASECIC) han convocado el I Certamen Audiovisual Internacional sobre Migraciones y Exilios, que se celebrará en México los días 22 y 23 de Noviembre.
Blanca Azcárate, Directora del Centro de Estudios de Migraciones y Exilios de la UNED(CEME) reflexiona sobre el alcance que puede tener un desplazamiento obligado y de qué manera puede condicionar la vida del migrante.
Pregunta.- El perfil del migrador se suele identificar fundamentalmente con situaciones de carencias económicas o laborales en el país de origen, así como la del exiliado con la del refugiado y desplazado por persecuciones políticas, étnicas, religiosas... Sin embargo, también existen otras causas que pueden provocar la necesidad de migrar, como en el caso de los refugiados medioambientales: aquellos que se ven forzados a abandonar sus casas por catástrofes climáticas.
En general,¿Cuáles son las principales causas que están en el origen de los flujos migratorios en la actualidad?
En general,¿Cuáles son las principales causas que están en el origen de los flujos migratorios en la actualidad?
Respuesta.- Las causas que provocan los movimientos de la población son múltiples. Tradicionalmente, motivos económicos y políticos son los dos grandes factores que han obligado a las personas a emigrar, pero desde hace más de una década se han comenzado a detectar unas claras transformaciones en las tendencias migratorias, aparecen nuevas causas que provocan los actuales flujos migratorios y se registran nuevas formas de movilidad, que involucran a un sector más amplio y heterogéneo de la población.
No sólo se ha registrado un aumento del número de migrantes internacionales, sino que los flujos migratorios se hacen cada vez más diversos y se incrementa también el número de países que participan en el proceso migratorio, lo que se refleja en la actual multiplicación de las redes migratorias en el planeta. De esta manera, junto a las áreas tradicionales de recepción de la migración, surgen nuevos polos de atracción, como es el caso, por ejemplo, de los nuevos países emergentes del sudeste asiático o los países ricos productores de petróleo de Oriente Medio, donde la inmigración representa un elevado porcentaje en el conjunto de la población total. Paralelamente las migraciones internas cobran un nuevo auge y afectan a más de 750 millones de personas. Hoy en día más de la mitad de la población mundial reside en áreas urbanas, con un crecimiento desmesurado de las grandes ciudades.
Por otro lado, se registra un incremento en el número de refugiados, así como de desplazados por desastres medioambientales, sobre todo en las regiones subtropicales del planeta. Se trata de un movimiento silencioso que aqueja sobre todo a minorías étnicas y a los sectores más pobres de la población y del que, aunque no existen estadísticas exactas, se estima que afecta a más de cuarenta y cinco millones de personas.
Un importante factor que explica los nuevos comportamientos y tendencias de las actuales migraciones se debe, en gran parte, al proceso de globalización. Un proceso basado en una clara interdependencia económica a nivel planetario, pero que ha generado un incremento de la desigualdad y un notable aumento de la brecha entre pobres y ricos, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo, ya que favorece en mayor medida a determinadas regiones y a determinadas capas sociales de la población, y esta polarización, que puede agravarse con el tiempo, está teniendo importantes repercusiones tanto en la existencia de una creciente fractura social, como en el actual comportamiento de la movilidad de la población.
P.- Con independencia de las causas origen de la migración, en las fases de asentamiento y estabilización en el país de destino,¿se puede afirmar que los distintos grupos comparten hándicap similares en cuanto a exclusión social y cultural, desilusión, dificultades jurídico – administrativas, económicas, dificultades de adaptación en general? En los roles de comportamiento, ¿se manifiestan características comunes a cualquier grupo?
R.- Los movimientos migratorios afectan tanto al país emisor como al receptor y sus repercusiones son muchas y de diversa índole. En las sociedades de destino la inmigración produce unos claros beneficios y representa en muchos casos una de las principales fuentes de riqueza de su economía. Sin embargo, y aunque estos beneficios sean evidentes, la percepción social es, en algunas ocasiones, muy diferente, generándose notables dificultades de integración de muchos colectivos de inmigrantes. Se forman fronteras invisibles dentro de las sociedades de acogida, donde determinados grupos son más susceptibles de sufrir una exclusión social, y el colectivo inmigrante es uno de los colectivos más vulnerables de sufrir esta exclusión social. Sobre todo los grupos más afectados son los inmigrantes sin papeles, los denominados ilegales, a los que no se les reconoce ni siquiera los derechos humanos más básicos y su participación en la sociedad está totalmente limitada.
Por otro lado, las dificultades de adaptación son evidentes para muchos de los grupos de inmigrantes que han de vivir en un nuevo entorno, independientemente de su lugar de procedencia. A este hecho se une la percepción de la sociedad de acogida que, en muchos casos, no percibe a los inmigrantes como auténticos ciudadanos, y la discriminación en el ámbito laboral, cultural y económico acrecienta paralelamente los problemas de integración social.
En los últimos años España se ha convertido en un país con un elevado nivel de desigualdad social, que se ha disparado con la crisis económica que estamos sufriendo, representando en la actualidad el país con mayor disparidad de los veintisiete países que componen la Unión Europea. El aumento del desempleo y la precaria situación laboral hace aún más evidente la alta vulnerabilidad social de estos colectivos.
P.- En 2011, los flujos de inmigración procedente del extranjero, en España, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrecía la cifra de 457.650 extranjeros mientras que el flujo de emigración con destino al extranjero ascendía a 507.740 personas, de las cuales 62.611 eran españoles. La estimación para este año 2012, es de 457.780 extranjeros y de 81.250 españoles que emigrarán con destino al extranjero. Solo se esperan en torno a unos 256.042 inmigrantes procedentes del extranjero El número de extranjeros residentes en España con tarjeta de residencia en vigor a 30 de junio de 2012 es de 5.333.805. ¿Qué lectura se puede hacer de estos datos?
R.- La historia de los movimientos migratorios en España ha estado marcada por varias corrientes. Desde finales del XIX y mediados del XX, y en etapas sucesivas, predomina la emigración a América Latina. Es una época caracterizada por la disminución de la mortalidad, que se hizo posible por la introducción de mejoras en el ámbito de la salud y a una modernización de la agricultura, que provocó a su vez un éxodo rural hacia las áreas urbanas e industrializadas que se mostraron incapaces de absorber esa nueva mano de obra.
Desde mediados del siglo XX hasta la crisis del petróleo del 73, este movimiento hacia América Latina cambia de dirección y se registra una fuerte corriente migratoria hacia los países europeos más industrializados del centro y norte de Europa (Alemania, Suiza, Bélgica), países que registraban una etapa de crecimiento tras la II Guerra Mundial y que afectará a más de 2 millones de personas. Sin olvidar, el exilio tras la Guerra civil española de 1936-1939, que obligó a emigrar a cerca de medio millón de personas.
Desde finales del XX y sobre todo en la primera década del XXI, España pasa de ser un país tradicionalmente de emigración a ser uno de los países de la eurozona con mayor tasa de inmigración. Pero, desde los dos últimos años, con el comienzo de la actual crisis económica se registra un drástico freno a esta inmigración y un paralelo aumento de las salidas de españoles al extranjero. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en este último año han emigrado más de un 20% más de españoles que en el 2011, y en las proyecciones realizadas para la próxima década, se prevé que esta tendencia continúe.
Comparado con movimientos anteriores, asistimos ahora a una emigración de diferente carácter: lo importante no es sólo el volumen de las personas que salen del país, sino que se marchan sobre todo jóvenes y mejor formados, lo que supondrá un auténtico descalabro para el futuro del desarrollo del país.
P.- Las normas de la Unión Europea permiten que sus ciudadanos vivan y trabajen en cualquiera de sus 27 estados miembros, pero en Gran Bretaña ha crecido el temor a que se produzca una ola de inmigración desde países como Grecia y España si sus economías siguen empeorando. “La posición legal es que si existen tensiones y presiones extraordinarias es posible tomar medidas para restringir los flujos migratorios, pero obviamente esperamos que eso no suceda”, afirmó recientemente el primer ministro británico, David Cameron, ante un comité parlamentario. ¿Cómo se gestionan las políticas migratorias en tiempos de crisis?
R.- Una característica de los actuales movimientos migratorios internacionales es la actitud que poseen los gobiernos de los países de acogida ante la inmigración, tratándola como un problema que se debe frenar, y que se extiende a la percepción que la sociedad ha ido adquiriendo ante este fenómeno, a pesar de los claros y evidentes beneficios que la inmigración aporta a los países de recepción.
Aunque el proceso de globalización como proceso económico ha llevado implícita la eliminación de barreras y fronteras en el ámbito comercial y financiero, favorecido por la expansión de las tecnologías de la información y comunicación, esta liberalización de los intercambios comerciales y financieros no ha tenido igual eco en lo que se refiere a la libertad de circulación de las personas, sino que por el contrario se han incrementado las políticas restrictivas de los movimientos de población y cada vez existe una mayor regulación fronteriza. Vivimos, por lo tanto, en una época en la que existen infinidad de barreras impuestas por las restrictivas políticas migratorias, sobre todo de los países más desarrollados del Norte, que se dirigen a regular y a restringir el acceso de migrantes y limitan la libre circulación de personas, sin tener en cuenta los motivos que originan estos movimientos.
Las áreas fronterizas se están convirtiendo en áreas donde la vida humana carece de valor y los derechos humanos fundamentales se violan de forma continua, por lo que cada vez se hace más urgente una revisión de estas políticas migratorias y se hace necesario el fomento de la cooperación y el diálogo internacional que permita una mejor gestión de los flujos migratorios, el desarrollo sostenible de las distintas regiones del globo y la protección de los derechos de la población migrante a través de la promulgación de verdaderas políticas orientadas hacia la integración y no hacia la restricción.
Otro
de los protagonista es Rogelio Sánchez Verdasco, Secretario General
de la Asociación Española de Cine e Imagen Científico (ASECIC), cuenta con un
amplio y especializado currículo en el mundo de la Imagen, la Comunicación
Científica y la Educación, es también Técnico de Imagen Científica del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CESIC) y ha participado en
diversos documentales científico educativos, como guionista y codirigiendo
con Clemente Tribaldos el documental“Vientos y Arenas”
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