Conferencia Internacional UNED-ICDE 2013
Alejandro Tiana, Catedrático de
Teoría e Hª de la Educación de la UNED, experto conocedor del mundo educativo,
desde las dos vertientes –como docente en la UNED y ocupando altos cargos
vinculados al Ministerio de Educación en distintas legislaturas– moderó el
primer debate, y destacó la importancia de este Congreso UNED-ICDE,
focalizándolo en la importancia que tiene poder contar con la presencia en la
UNED de Madrid con representantes de las tres redes internacionales de
Universidades de Educación a Distancia, más importantes del mundo: la
internacional, la europea y la iberoamericana - ICDE, EADTU y AIESAD. Y esto,
afirmó el Dr. Tiana, “proporciona una mirada múltiple y caleidoscópica sobre la
educación, porque nos estamos planteando cómo promover la justicia social a través
de la formación, pero creo que debemos mirar hacia adentro y formularnos
importantes cuestiones. La primera como educadores: ¿Cómo llegamos a los
excluidos?, ¿Quién se aprovecha del conocimiento?, ¿Los que no han podido
acceder a él, o los que ya tienen acceso a la educación?
La segunda como académicos: Planteamos nuevos modos de acceso al
conocimiento, pero somos universidades, con obligaciones institucionales de
educación superior, de formación universitaria. Es difícil ver el límite entre
la formación para todos y la función de las universidades.”
Y difícil parece la respuesta que, en este
Congreso sobre educación, todos los expertos intentan responder, incorporando
quizá la duda Hamletiana del “ser o no ser” al ámbito de la formación.
¿Educación para todos? ¿Con quién? ¿Cómo? ¿Para quién?
El primero en romper la lanza fue Gard Titlestad, Secretario
General ICDE, proponiendo acabar con la idea de élite. “La educación, expresó
con rotundidad, no es para las élites, ni para crear elites. El estudiante es
el que aprende. Los Recursos Educativos Abiertos (OER) son muy importantes y
las universidades deben incluirlos en su estrategia, pero paso a paso. Hay que
adaptarse a los nuevos métodos de la educación, porque la educación contribuye
a la riqueza global de los gobiernos, pero los políticos - es paradójico- no
son capaces de explotar las ventajas de la Educación a Distancia. La tecnología
es fundamental para esta misión porque redistribuye, difunde, crea, expande…”
Buscando las claves, el Secretario General de ICDE, propuso estimular
el desarrollo de los OER, “pero nosotros, añadió a continuación, también
debemos estar abiertos y compartir las tres funciones básicas de la educación.
El triángulo del conocimiento: educación, investigación e interacción con la
sociedad.”
Una calidad en la enseñanza que deberá resolver el problema de tener
seiscientos veinte millones de jóvenes que no estudian y que no tienen trabajo.
Innovación para facilitar el intercambio de conocimientos. Cursos gratuitos
on-line (MOOCS - Massive
Online Open Course).
Todas estas propuestas las fue desgranando Gard Titlestad, finalizando
con una reflexión casi angustiosa,“¿cómo podemos contribuir con la sociedad?
¿Cómo podemos crear formación para la empleabilidad?.” Difícil pregunta y más
difícil respuesta. Pero el actual Secretario General del Consejo Internacional
de Educación Abierta y a Distancia (ICDE) avanzó una propuesta: Cooperación.
Palabra mágica. Cooperación entre gobiernos, sociedad, universidades, sector
público y privado.
Una cooperación que para Francesc Pedró, perteneciente al
sector educación de la UNESCO en París, veía imprescindible aplicar en África.
Prioridad uno de UNESCO. “África, expuso el profesor Pedró, es el continente
como objetivo 2015 educación para todos”.
Continuó su exposición desgranando un abrumador rosario de cifras,
“sesenta y tres millones de niños en edad de escolarización primaria, no lo
están y añadamos unos millones más para educación secundaria. Para resolver
esta situación, se necesita un millón setecientos mil docentes más, que no hay,
y así podríamos cumplir el objetivo 2015. Hay ochocientos millones de
analfabetos en el mundo, de ellos dos tercios son mujeres. Por eso, la
tecnología es fundamental, no es opcional, es obligatoria. Hoy, en el siglo XXI
la banda ancha es imprescindible.”
Estar o no estar conectados. Francesc Pedró siguió imparable. ”Solo el
cinco por ciento de la población tiene acceso a algo parecido a la banda ancha.
En África, en 1995, en móviles había 600 mil líneas. En 2005 hay 87 millones.
Hoy, 635 millones de personas en África, cuentan con esa conexión.”
Para finalizar el profesor Pedró, recordó con cariño su Doctorado en
Educación Comparada por la UNED y avanzó propuestas como aumentar el acceso a
la tecnología, aprovechar el potencial de la banda ancha en la universidad y en
la Formación Profesional, incrementar el compromiso de las Agencias de Naciones
Unidas en la reducción de la seguridad tecnológica, entre países desarrollados
y no. O contar con la iniciativa privada como proveedora fundamental de la
tecnología. Pero, por supuesto, enfatizó, “cuenten sobre todo con la UNESCO
para todo eso.”
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