Según
el diccionario de la Lengua Española, el significado de preferente es: “que tiene ventaja o preferencia sobre otra
persona o cosa“. Sin embargo, este término se ha hecho tristemente famoso
por todo lo contrario.
Ahora,
hablar de Preferente, es hablar de estafa, de ruina o de engaño y el Curso
de Verano de la UNED dirigido por las profesoras de Derecho Civil Patricia
López Peláez y Mª Isabel Mondéjar en el Centro de Escuelas Pías, en Madrid
bajo el candente y actual título : ”El contrato de compraventa: problemas
actuales“ ha abordado aspectos como
“la resolución por falta de pago en las adquisiciones de bienes inmuebles a
plazos”, pero también ha entrado de lleno en el complicado entramado bancario
de la “Compraventa de Participaciones
Preferentes“.
El
abogado Juan Ignacio Moreno, que se refirió de una forma diáfana, a la
compraventa de Preferentes, comenzó casi por el final con un consejo. Parafraseando
al inversionista y empresario americano Warren Buffett, dio una posible clave
que pudo haber evitado la catástrofe económica que ha supuesto para muchas
familias esta operación bancaria: “Si no lo entiendo, no lo firmo“, así
de sencillo.
Sin
embargo en este caso, no es tan fácil, porque también difícilmente se puede
entender lo que no se explica y Juan Ignacio Moreno, nos deja claro que “
lo de las Preferentes está muy relacionado con la mala utilización del sistema
y de las normas jurídicas que regulan
las operaciones bancarias de este tipo, que están perfectamente reguladas desde
los años 90, y que establece una serie de premisas básicas antes de celebrar un
contrato de compraventa de títulos valores
basadas fundamentalmente en la información exhaustiva al cliente de lo
que va a hacer. Esto, es algo que las
cúpulas directivas de los Bancos y los empleados que trabajaban en ella olvidaron hacer con sus clientes“.
Unos
clientes de alto poder adquisitivo e inversores de riesgo a los que en
principio estaba destinado este tipo de operaciones. “Pero el problema surge,
afirma Juan Ignacio Moreno, cuando los Bancos y las Cajas de Ahorro
españolas en un momento dado, empiezan a venderle estos productos financieros
de alto riesgo a sus clientes de toda la vida. Se llegaron a vender
hasta 30mil millones de euros en Participaciones Preferentes a más de 1.300.000 clientes, en
el que más de un 90% superaban los 60 años de edad y un
3% no había alcanzado los 18 años. En Galicia se ha llegado a
localizar a miles de personas a las que se les había retirado el dinero de sus
depósitos o cuentas corrientes y se le había pasado a Preferentes, sin firmar
un solo contrato. A esto debemos añadir que el objetivo, el target comercial
o víctima, lo constituían personas
con poquísimos conocimientos financieros, pero con capacidad de ahorro“.
Pero
no hay crimen sin culpable. Y todos los alumnos a esa altura del curso de
verano de la UNED, se preguntaban cómo fue esto posible. La respuesta llegó
contundente, en boca del abogado J. Ignacio Moreno, “esto fue posible porque
instituciones como el Banco de España o la Comisión Nacional del Mercado de
Valores (CNMV) consintieron, porque las entidades bancarias no informaron,
porque no se hizo publicidad, porque en definitiva, se engañó. En la actualidad
hay solamente en Madrid, cerca de 12 mil demandas de preferentes
y unas 40mil en todo el Estado. Hablamos de 1 millón de Títulos
colocados a diversos compradores, es decir a 1 millón de familias. Y
el conjunto de las operaciones asciende a 30 mil millones“.
El
curso de verano, ”El contrato de compraventa: problemas actuales“ -nos cuenta
una de sus directoras, Patricia López Peláez- “ha pretendido sobre todo
ser de utilidad práctica para los alumnos que han asistido y orientarles en los
aspectos más cotidianos de los contratos de compraventa. Algo que creo que
hemos conseguido, por el grado de satisfacción y de interés que nos han
demostrado los asistentes al curso. Hemos abordado la dación en pago, las
preferentes, la información imprescindible que un cliente debe tener cuando
firma un contrato de compraventa, las consecuencias que pueden tener las
alteraciones de las cláusulas en los contratos… algo muy cotidiano, pero que
desgraciadamente no es muy habitual que
se haga. Y sin lugar a dudas, debido a esta gran crisis que padecemos y a que
cada vez hay más información sobre estos temas, la gente está cada vez más
concienciada en sus derechos, los defiende y llegado el caso, los pleitea“.
Isabel Quiñones / @iqvpress
Fotos: José Rodríguez
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