martes, 15 de julio de 2014

Ver, oír, tocar... sentir




El Centro de la UNED de Escuelas Pías en Madrid, nos ha transportado al mundo de las sensaciones, a través del Curso de Verano “Inclusión y participación de las personas con discapacidad" dirigido por el profesor de Psicología Social de la UNED Juan Antonio Moriano y por el Técnico de Inserción Laboral Ignacio Rodríguez de Rivera. Un curso patrocinado por la Fundación ONCE y propuesto por el Centro de Atención a Universitarios con Discapacidad de la UNED.

Los colores del silencio

Benigno Andreu, pintor vocacional residente en Alcoy encontró desde pequeño la forma perfecta para  comunicarse con su entorno: la pintura y el dibujo.

Privado del sentido de la audición desde su nacimiento, esto no supuso para él, ningún obstáculo en absoluto, como así  contó con su gran simpatía, naturalidad y expresividad  a los asistentes a este curso de verano de la UNED “Soy sordo, y es la primera vez que hablo en público. Para mí, esta característica no supone, ni ha supuesto nunca ningún obstáculo. Yo, me sorprendía de pequeño en el colegio, de que los niños se sorprendieran al saber que no podía oír. Les parecía increíble que alguien no pudiera verbalizar una palabra tan sencilla como `dedo´. Y a mí, me gustaba dibujar…era bueno“.

Benigno Andreu que inició su formación en la Escuela Municipal de Bellas Artes de Alcoy y que completó, posteriormente sus estudios de dibujo y pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, de Valencia confesaba que “cuando llegué a la Universidad, me emocioné”. Al pintor Andreu, su vocación le ha llevado a pintar, a exponer y a crear su propia Academia de Dibujo y Pintura en Alcoy. Una academia que lleva su nombre, en la que se exponen sus obras y donde los artistas noveles pueden permitirse el lujo de recibir las clases impartidas por el propio artista.
 
 
Un pintor que ha sido definido por la crítica como "no afectado por las influencias o paralelismos al uso, el pintor ha sabido permanecer en el arte siguiendo su estilo fielmente, una línea creativa que se  desarrolla dentro del fauvismo lírico y alcanza el expresionismo más excitante. Los violentos contrastes cromáticos y la pincelada gruesa y fluida reflejan el interior del artista y su mundo subjetivo, además de su experiencia en capturar el alma más recóndita de las cosas “.

Puro teatro
 
De la pintura, pasamos al teatro de la mano del crítico teatral invidente Cirilo Mba,  que con una sola frase, nos díó la dimensión de la riqueza que puede encerrar actuar desprovisto del sentido de la visión “no es lo mismo ver llorar a un actor, que tocar las lágrimas de un actor”.
 
En este mismo momento, todos ya pensábamos que ni más, ni mejor se podía describir una situación, pero Cirilo Mba, estudiante del Grado de Psicología por la UNED e integrante del grupo de Teatro Experimental Eva Romero, que se considera explorador de percepciones sensoriales, como el tacto, continuó con entusiasmo. “Después de mucho experimentar e investigar llegamos a la conclusión de que para `sentir´ el teatro, debíamos acercar el escenario, que los actores estén a escasos centímetros de los espectadores (un número reducido) para puedan tocar a los actores, que puedan percibir el lenguaje corporal, el torrente de emociones que se desarrolla en una obra teatral. Ahí nos dimos cuenta del enorme potencial que tiene el sentido del tacto para captar más  emociones e información para el espectador ciego. Ha sido y es un proyecto apasionante, porque a raíz de estas experiencias, estoy convencido de que podremos aportar elementos nuevos para enriquecer la participación del espectador invidente en el teatro “.


Si no fuera como soy, no sería lo que soy
 
Así de claro. Así de sencillo. Serafín Zubiri, el más mediático, el más reconocible. Actor, presentador, locutor, deportista,  pero sobre todo y por encima de cualquier otra circunstancia, músico y compositor. Pero también alumno de la UNED. Un alumno aventajado que está acabando el Grado de Psicología, porque quizá para Zubiri, conocer y conocerse, es fundamental y rápidamente sentó las bases ”Soy ciego, no invidente. No me gusta hablar de discapacidad, me gusta hablar de diversidad funcional”.
 
A Serafín Zubiri, sensible y agradecido, es difícil encontrarle a solas. Por eso lo primero que hizo fue presentarnos a su fiel guía, Cron “sin mi perro, no haría muchas de las cosas que hago. Con él he podido alcanzar un nivel óptimo de movilidad, de autonomía personal, en resumen, de libertad”
 
El compositor entró en materia, apostando por la otra inteligencia,  “hay que trabajar la inteligencia emocional. Yo, siempre he tenido claro que debía reforzar mis capacidades para alcanzar mis competencias. Las emociones son las que dirigen nuestras motivaciones y determinan nuestra conducta. Si aprendemos a controlar nuestras emociones, podemos encaminarnos a conseguir los objetivos que nos planteemos en la vida. Apuesto por la psicología moderna que promueve la constancia y centrarnos más en  las energías positivas, que en  las negativas". Esta filosofía a él sin duda, le ha dado grandes resultado porque en el campo del deporte, en atletismo, Zubiri ha sido Record de España en 1500, Campeón de España en 800, ha subido el Aconcagua, el Everest, el Kilimanjaro y actualmente está inmerso en la participación, para el próximo septiembre, en un Maratón de velocidad en patinaje sobre ruedas. Por eso de él podemos decir que es un claro ejemplo de superación, a través de la motivación personal.
 
 
Los últimos participantes de la mesa redonda “También somos artistas" de este curso de verano de la UNED fueron Gabriela Martín, directora de la Fundación  Psicoballet Maite León y el bailarín Fernando Fernández, alumno de la Escuela de Artes Escénicas de la Fundación Psicoballet.
 
Gabriela Martín, recordó los orígenes del ballet,  que se remontan  a los años 60 cuando Maite León, coreógrafa y bailarina, tuvo una hija con discapacidad intelectual y los médicos la diagnosticaron una imposible movilidad. Algo contra lo que ella se rebeló creando el Psicoballet, que significó y sigue significando un acceso a la libertad y a la esperanza de las personas con diversidad física o intelectual.

Destacó que “el reto al  que nos enfrentamos  en la actualidad es que la cultura sea accesible a todas las personas con diversidad y que las personas con diversidades  físicas o intelectuales, puedan acceder a circuitos profesionales, como artistas o como formación en un conservatorio o en una escuela de teatro". No fueron palabras huecas y Fernando Fernández, bailarín de  la compañía explicó “para mi es una gran alegría participar en el ballet y siento gran orgullo. Me enseñan disciplina, constancia, compañerismo, esfuerzo, y luego los resultados son maravillosos. Todos nos sentimos muy involucrados y nos sentimos integrantes de algo muy importante, para los que participamos  y para los que nos ven".

Y por eso, más allá de las palabras, pudimos comprobar los hechos, a través de la proyección del  Documental  de la Fundación Psicoballet Maite León, que lo resume todo con su título “El mundo es de los que actúan".
 
El objetivo se cumplió en esta fiesta de los sentidos. A ellos les vimos, les oímos, nos emocionaron…, pero hubo más.
 
Los que lo hicieron posible, como la eficacia de  Juan Antonio Moriano, director del Centro de Atención a Universitarios con Discapacidad de la UNED (UNIDIS), la sensibilidad de Alejandra Pereira, Técnico de Apoyo al Estudiante (UNIDIS) el cariño de  Ana Belén Andreu Técnico de Apoyo al estudiante (UNIDIS) y traductora e hija del pintor Benigno Andreu y la simpatía de Iñaki Rodríguez de Rivera (UNIDIS).

 
Isabel Quiñones / @iqvpress
Fotos: José Rodríguez


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