“Estamos en un período de transición
en el que no podemos volvernos locos pretendiendo ir a todo renovables. Tenemos
que hacerlo de forma económicamente aceptable, que ofrezca seguridad de
suministro”.
“En un país donde la prima se ha
convertido en un modus vivendi, no puede funcionar un sistema energético”.
“Las energías renovables son el futuro, sin duda”
Isabel Quiñones / Pontevedra. Bajo el título
de “Evaluación de recursos energéticos renovables”, el profesor y académico de
la Real de Ingeniería César Dopazo García,
Catedrático de
Mecánica de Fluidos de la Universidad de Zaragoza y Asesor en materias de
energía del Presidente de la Comisión Europea, analizó el
actual estado de las diferentes fuentes de energía renovables en el contexto de
su implantación real y previsible evolución a futuro.
La trayectoria
científica del profesor Dopazo se ha centrado en la investigación y el
desarrollo tecnológico en el campo de la combustión y, en general, la
aerodinámica e hidrodinámica industrial. Ha publicado más de 60 trabajos en
revistas científicas internacionales y ha llevado a cabo diversos contratos de
desarrollos tecnológicos con diversas empresas del sector eléctrico y energético
español. Ha desarrollado su actividad profesional como ingeniero y consultor de la Asociación
Española de la Industria Eléctrica y como investigador en Brookhaven National
Laboratory y como consultor en United Technologies Corporation en Estados
Unidos. También ha sido coordinador del programa Brite/Euram de la Unión
Europea.
El profesor Dopazo García realizó un repaso exhaustivo de los diferentes
recursos energéticos en explotación, en una exposición salpicada de datos pormenorizados.
En rueda de prensa posterior atendió a
diferentes medios de comunicación, afirmando que “Estamos en un período de
transición de una economía basada en combustibles fósiles y algo de nuclear, a
una economía en la cual las energías renovables van a ser el componente
principal, con una fracción más o menos significativa de nuclear y un
porcentaje de apoyo de gas.” También remarco las diferencias de criterios y prioridades
de política energética entre Europa y otras economías emergentes de Asia, como
China, en donde se aprecian significativos matices en cuanto a la motivación de
sus posiciones en materia energética.
En relación al carbón como fuente
energética, afirmó que “El problema del carbón no es un problema energético, es
un problema social.” Es más caro producir 1 Kw/hora con carbón nacional que con
carbón importado, pero, se pregunta, ¿qué hacemos con los mineros, por qué no
se reconvirtió el sector a tiempo?.
Comentó las recientes decisiones del
gobierno alemán, en materia nuclear, opinando que Alemania tendrá que volver a
producirla, por la imposibilidad que representa atender a su propia demanda
energética interna excluyendo esta fuente de energía. Lo que es seguro es que “vamos
hacía más energías renovables, pero la nuclear también incrementará su
producción en el futuro.”
Relativizó el potencial eólico y solar
español, significando el desequilibrio que representa la dicotomía entre su
potencialidad como fuente de energía y sus costes de producción con las
tecnologías actuales, como consecuencia,
en su opinión, de “una política energética absurda”, con primas “sine die” a la
producción fotovoltaica, por ejemplo. Coincidió en señalar la confluencia
simultánea de carencia energética y despilfarro, en donde nos sobra potencia
instalada y al mismo tiempo nos encontramos con centrales de producción no
rentables por una infrautilización de su potencial. “En un país donde la prima
se convierte en un modus vivendi no puede funcionar un sistema energético”.
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