miércoles, 28 de julio de 2010

Conflictos actuales y justicia universal


Este es el título del Curso de Verano, del Instituto Universitario de la UNED, General Gutiérrez Mellado. Dirigido por la profesora Alicia Gil, muchos de los conflictos vivos que se desarrollan en la actualidad son analizados desde perspectivas histórico - políticas y jurídico – penales.

El análisis contrapuesto de cada conflicto en dos ponencias seguidas, una desde la perspectiva histórica y política, otra desde el Derecho penal, permite además sacar conclusiones sobre la influencia que cada uno de estos ámbitos (político / jurídico-penal) pueda tener de hecho en el otro.

Del conflicto de Afganistán se ocupó José Baqués, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona para quien "la conflictividad afgana, es anterior a la talibán y para comprender este conflicto es necesario tener en cuenta varias premisas fundamentales que se fundamentan principalmente en la sucesión continuada de etnias que plantean un escenario muy complicado mucho antes de que se materializara la presencia talibán. Pero el escenario se agrava con la presencia ya consolidada de los talibanes, a lo que se suma el abrumador imperio del cultivo opiáceo. Hay que tener en cuenta que el 80% de la producción mundial del opio se lleva a cabo en Afganistán

Para el profesor Baqués esta situación en la actualidad es lo más parecido a la "tormenta perfecta". En un país donde la anarquía reina desde tiempos inmemoriales, que vive continuas guerras fraticidas y donde la corrupción económica y política hace estragos, la aparición del elemento talibán puede llegar a ser vista por los propios como un interesante "dique de control". Un dique de control lleno de prohibiciones de los derechos más fundamentales del ser humano

Un espejismo que sin lugar a dudas tiene su cara y su cruz, para el propio pueblo afgano y en el que las soluciones se contemplan a muy largo plazo y bastante complicadas. Pero sin lugar a dudas, pasarían por restaurar la vida económica del país en un país en el que la economía gira en torno al cultivo del opio.

Y por eso para José Baqués "cuando se depende del cultivo del opio, la solución no es erradicarlo, porque esto crearía más inestabilidad, más pobreza y más guerra. Hay que reducir el cultivo, no erradicarlo y sobre todo hay que reconducir su utilización, meterla en el circuito del mercado legal para la elaboración de productos farmacéuticos o comprar la producción para destruirla".

Pero tampoco nos engañemos, continúa Baqués, porque si se resuelve el problema económico y se mejora el problema político, sin controlar el régimen talibán…volveremos a empezar.

¿Soluciones? Parecen complicadas, cuando el mayor enemigo de un país no es el soldado, sino el maestro.








No hay comentarios: